Relatan origen pleito familias

Relatan origen pleito familias

POR SORANGE BATISTA Y REYNALDO BRITO
SANTIAGO.-
La venganza ha hecho nido en el seno de dos familias de Licey al Medio, que ya han perdido cuatro de sus miembros en enfrentamientos. El origen de los hechos se produjo en enero del 2004, cuando Antonio Gil disparó contra su amigo, Nicolás Reynoso, mientras departían en un lavadero de vehículos.

Acerca de las circunstancias en que fue muerto Reynoso existen dos versiones, la primera de las cuales da cuenta de que mientras Gil y Reynoso compartían tragos en el lavadero de autos “El Puente” se presentó al lugar Silvestre Reynoso, un primo de Nicolás Reynoso, y le pidió mil pesos prestados.

Nicolás le dijo al propietario del establecimiento que se los diera, porque su amigo Gil no tenía, pero éste tardó un tiempo en entregarle el dinero a Silvestre.

Según versiones, Silvestre disparó contra Miguel Angel Gil, propietario del negocio y primo de Antonio Gil, hiriéndolo en el abdomen. Fue entonces cuando Antonio Gil, al notar a su primo herido, disparó contra Silvestre pero la bala alcanzó a Nicolás Reynoso, provocándole la muerte. Luego del hecho, Antonio Gil huyó a los Estados Unidos y no ha vuelto, informaron los testigos del hecho.

Otra versión es la de la esposa de la víctima, Felicia Reynoso, quien sostiene que “Antonio mató a mi esposo por envidia”.

Desde ese día, los moradores de la comunidad “La Reyna” han sido testigos y víctimas de la intranquilidad provocada cuando se encuentran miembros de estás dos familias.

La situación es tal, que en octubre de ese mismo año, Isaías Reynoso, primo de la primera víctima, Nicolás Reynoso, mató a José Manuel Gil, primo del sindicado homicida. Este último había asumido el crimen cometido a manos de su primo y obtuvo una libertad bajo fianza de la cárcel de Rafey.

El Jueves Santo, Eduardo Andrés y Julio César Paulino Gil, de 30 y 39 años, murieron en enfrentamientos a tiros con miembros de la familia Reynoso, donde resultaron varias personas heridas, entre ellas Cristian y Arismendy Reynoso.

Algunos moradores del lugar, que rehusaron identificarse, expresaron que viven con temor de salir a las calles porque los miembros de ambas familias están fuertemente armados y no quieren ser parte de las víctimas.

Narraron que ya ni siquiera se pueden realizar las misas en la Iglesia, por temor a que las familias en conflicto se encuentren y desencadenen en violencia, como ha ocurrido.

Mientras, la esposa de Nicolás Reynoso, Felicia Mercedes, pidió que cesen los enfrentamientos. “Yo estaría dispuesta a dar la vida si fuera necesario para que pare esa venganza”. Dijo que solo quiere que el asesino de su esposo regrese al país y la justicia decida.

En ese orden, Ambiorix Cabrera, morador de la comunidad y presidente de la Asociación de Productores Aropecuarios de Licey al Medio, lamentó que personas valiosas de esas familias estén envueltas en esa situación y pidió a las autoridades que intervengan para evitar mas muertes.

Explicó que grupos populares, junto a las iglesias catòlicas y evangélicas realizaron una marcha por la paz, motivados por la situación de las familias Gil y Reynoso, y que en una ocasión lograron una conciliación, pero resultó efímera.

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