POR LLENNIS JIMÉNEZ
Los relatores especiales de la ONU  se quejaron de las consideraciones que hizo sobre su trabajo el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, y dijeron que lo que debió fue “orar por ellos”.

“Nosotros creemos que este hombre de iglesia tenía que rezar por nosotros para que la sociedad dominicana vaya en el sentido de la tolerancia, pero no lo hizo, nos dijo que formábamos parte de una conjura”, declaró Doudou Diène, al responder a los pronunciamientos del arzobispo metropolitano de Santo Domingo.

El cardenal dijo el 24 de este mes que le parecía “inútil, poco seria e irresponsable” la decisión de la ONU de mandar a investigar a la República Dominicana por alegada discriminación contra los haitianos, y que  el país hace más por los haitianos que los Estados Unidos, Francia y Canadá juntos.

Al dar a conocer su informe preliminar,   en el que  concluyeron que en la sociedad dominicana se evidencia racismo y discriminación contra los haitianos, Diène y  Gay  McDougall aprovecharon para señalar que las críticas que reciben se deben a que “pusieron el dedo en la llaga”.

Diène, de Senegal, expresó que su visita puso el dedo en una cuestión muy compleja y profunda, muy sensible, debido a que la cuestión del racismo está fuertemente arraigada, aunque  es invisible.

“Por eso se han producido esas reacciones. Lo que esperamos es que esta cuestión a partir de ahora, se debata abiertamente”, planteó el abogado. Diène sostuvo que la primera etapa es el debate democrático e interno, acerca de una cuestión que quizás se haya ocultado durante mucho tiempo.