Relevo reformista: tributo a Balaguer

Relevo reformista: tributo a Balaguer

El próximo primero de septiembre se conmemora un nuevo natalicio de Joaquín Balaguer. El mejor tributo que pudiéramos rendirle sus seguidores es preparar relevo reformista al presente Gobierno para el 2012.

Este relevo está más cerca de lo que aparenta si es que adoptamos e implementamos líneas políticas pertinentes recordando que tanto Leonel Fernández como Hipólito Mejía pudieron imponerse la banda presidencial gracias a la votación reformista; sea mediante alianzas formales, desprendimiento de dirigentes o abstención de concurrir a una segunda vuelta.

La contienda próxima se presenta con la falta de voluntad e imposibilidad constitucional para que el Presidente Fernández opte por un nuevo período, en medio de pronunciamientos eclesiásticos, empresariales, diplomáticos, partidarios  y mediáticos que ponen coto a los aprestos reeleccionistas  emprendidos por conmilitones: jerarcas eclesiásticos visitan partidos opositores con mensajes diferentes al originalmente inculcado, empresarios enfrentan nuevos impuestos, diplomáticos endosan posiciones opositoras sobre el financiamiento del lavado a la economía negada por funcionarios,  medios destacan el lado antireeleccionista de pronunciamientos ambivalentes de funcionarios.

Pero además, el ordenamiento político y social montado por el presente Gobierno resulta insostenible económica y financieramente. Al mismo tiempo que se fomenta  dependencia del Estado mediante subsidios que tocan prácticamente todas las familias dominicanas; se inhibe la iniciativa particular y la capacidad de emprendimiento sosteniendo una economía rentista y de altos costos tributarios, energéticos y laborales que frena la incursión empresarial en actividades productivas generadoras de empleo y consolidando  desconfianza con la eliminación de incentivos previamente instituidos.

Este modelo ha dado por resultado una economía esencialmente deficitaria. En lo fiscal por elevados gastos y/o pretensiones tributarias que no llegan a  llenar expectativas: sus excesivas cargas y procedimientos terminan siendo evadidos por la informalidad que provocan y por falta de reciprocidad mediante un gasto público de calidad. En lo externo por déficit en la generación de divisas frente a importaciones crecientes, financiado con endeudamientos e inversiones extranjeras que terminarán espantados por éstos déficits.

Voltejear éste cuadro conllevaría al Presidente Fernández la negación de sí mismo, sus improntas, por lo cual su voluntad de no reelegirse constituye su salida más airosa.

Pero para los reformistas, reimplantar la disciplina fiscal y sustentarse en el ahorro interno es algo consustancial a su idiosincrasia: sabemos hacerlo por practicarlo en 1966 y 1986.Y no habiendo ningún otro precandidato PLDista que concite entusiasmo reformista, nuestras posibilidades están a la vista.Solo falta el diseño e implementación de líneas políticas adecuadas en procura del relevo, y tributárselo a Balaguer en esta conmemoración de su natalicio.

Así cumpliríamos nuestras responsabilidades con él  y con la nación.

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