LIMA,  (AFP) – Una pregunta sobre religión atizó la polémica que acecha al censo nacional de población y vivienda que se realizará hoy domingo en Perú luego de la protesta de la Iglesia católica, temerosa de que se confunda su opción de fe con las de los grupos evangélicos en auge.

 Las críticas de la iglesia católica fueron acogidas por el presidente Alan García, quien lanzó el sábado un inédito llamado a sus compatriotas para no responder a la pregunta del censo sobre confesiones religiosas que ha provocado la discordia entre católicos y evangélicos.

 Invocando el derecho a la reserva sobre convicciones religiosas que reconoce la Constitución, García leyó el texto ante las cámaras de televisión del canal estatal, durante una conferencia de prensa, para justificar su decisión de instar a la abstención a la hora de responder sobre religión.

 «Si quieren la responden, pero tiene derecho a no hacerlo», dijo García desautorizando al estatal Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI) por haber incluido esa pregunta.

 El mandatario aclaró, además, que nadie será sancionado si no responde la pregunta, desvirtuando versiones atribuidas a los organizadores del censo de que es obligatorio contestar para no ser sancionado.

 «Perú es un Estado laico. Soy un defensor de la libertad de conciencia», recordó Alan García, para marcar distancias respecto a la influencia de la religión en el gobierno.