Religión y felicidad

Religión y felicidad

Una religión, fe o creencia mal enseñada o mal practicada, puede ser la causa de una gran infelicidad entre los seres humanos. Para determinar esto se deben observar cuidadosamente algunos elementos muy importantes.

Lo primero a tomar en cuenta es al mismo líder que está al frente del grupo, de la congregación o de la institución.

¿Cuáles son los valores y motivaciones que lo impulsan en la vida?

El psicólogo español Bernabé Tierno dice que se debe ser muy cauto con quienes se enfocan demasiado en lo material. Son aquellos que en nombre de su dios o religión siempre andan detrás de una propia realización personal, en término económico y de control sobre los demás.

Hay que determinar si su corazón está o no en las causas justas, sanas y altruistas. De no ser así, esto causaría decepción y frustración a quienes con amor sincero se han sacrificado por la causa. Ante algo así el creyente terminará sintiendo un alto nivel de desconfianza y un gran sentido de burla. Lo otro está muy relacionado con el carácter.  Aparte de una preparación de rigor,  uno debe preguntarse si la persona que funge como guía o facilitador ante Dios goza de un estado emocional sano, ¿o es alguien que se desequilibra fácilmente ante las duras presiones de la vida? Se afirma que el 85 por ciento de nuestra felicidad depende de nuestras actitudes y que el 15% proviene de nuestra aptitud. No puede ser guía uno que ante cualquier adversidad arroje los platos al suelo. Lo otro a tomar en cuenta es el material ideológico o doctrinal usado en la religión.

Evite unirse a lo que engendre odio, separación, segregación y desamor al prójimo.

Por último, no deje que nada robe su libertad.

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