Grupos religiosos y organismos públicos y privados de la República Dominicana han puesto trabas para la celebración el próximo viernes de una fiesta musical que, con motivo de Halloween, se promociona como el Festival del Infierno.
La velada, que pretende reunir a reguetoneros y djs, ha llegado a ser boicoteada por una boletería en internet, que decidió suspender la venta porque el nombre no le cuadraba al propietario.
“El tipo nunca aclaró nada, él dijo que era una fiesta de reguetón”, dijo a Efe una fuente de la boletería, que requirió el anonimato.
La Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR), un ente estatal, le pidió a los organizadores del festival “un cambio en la tónica” de su publicidad y requirió un rediseño de las boletas del evento, que tenían como título “Lucifer, the Hell Festival” (Lucifer, el Festival del Infierno).
“No es nada del otro mundo, lo que tienen es una fiesta de Halloween simple y sencillamente”, afirmó a Efe el presidente de la CNEPR, conocido como JM Hidalgo.
El Festival del Infierno, organizado por la compañía de entretenimiento Un Party RD, dice ser la velada de disfraces “más grande de la historia dominicana”.
“Ahora en Halloween debes conocer tus miedos porque vas a sentir lo más horroroso que hayas sentido, pero también te vas a divertir como nunca”, reza la invitación a la fiesta, ahora llamada “Hell Fest, the Costume Festival” (La Fiesta del Infierno, el Festival de Disfraces).
Las referencias a Lucifer y al infierno han generado repudio en varios sectores de la sociedad dominicana, “un pueblo creyente en Dios”, en palabras de la pastora evangélica Miguelina Hernández.
Miguelina y su marido, el pastor Eval Pérez, han denunciado en redes sociales que, en este tipo de fiestas, los diabólicos asistentes hacen rituales “para renovar pactos” con Satanás.
“Nosotros vimos cosas que la gente no ve, tú puedes entrar en maldición hasta por un disparate; y al ellos (los organizadores) ver eso como un disparate, nosotros como pastores decidimos hacer lo que nos correspondía como religiosos”, dijo Hernández a Efe.
La empresa organizadora amenazó con actuar legalmente contra quienes incurran “en difamación e injuria en su contra” y aseguró en Instagram que ha intimado a la pareja de pastores para exigirles que se retracten públicamente de sus críticas al festival, pero estos niegan haber recibido la intimación.
En la noche del lunes, un grupo de evangélicos hicieron una manifestación en las inmediaciones del terreno donde se celebrará el festival, en la avenida Luperón, que separa la capital y el municipio de Santo Domingo Oeste.
Al respecto, los organizadores del Hell Fest insisten en que la elección del nombre fue por razones “puramente comerciales”, al tiempo que acusan a los pastores de ser “fanáticos religiosos, e ignorantes que se lucran del dinero de las ovejas”.
A las críticas también se ha sumado el alcalde de Santo Domingo Oeste, Francisco Peña, que calificó el festival de música como “un nuevo atentado contra la moralidad y las buenas costumbres del país”, en declaraciones al diario Hoy.
El responsable municipal aseguró que “la Alcaldía no ha otorgado ningún tipo de permiso” para la realización de dicha fiesta, pero estos no hacen falta, ya que se celebrará en un terreno privado, en el antiguo aeropuerto de Herrera.