Remembranzas del pasado

Remembranzas del pasado

Luis Scheker Ortiz

Ayer, martes 5 de marzo del año 2024, disfrutando de buen estado de salud y bienestar, celebré con mi familia y un pequeño grupo de viejos amigos mis 85 años de mi llegada al mundo, a una vida cargada de gratos recuerdos, de días felices y buenos momentos, pletóricos de ilusiones difíciles e imposibles de olvidar, sin importar las malquerencias, porque fueron aquellas memorables etapas de la vida parte vital de un pasado que no ha de renacer.

También recordamos aquellos penosos tiempos de dictaduras, de crímenes, abusos y amarguras que padecieron tantas familias y valientes y heroicos combatientes, que expusieron y sacrificaron sus vidas atraídos por un ideal de libertad, de justicia y bienestar para todos los ciudadanos, mujeres y hombres, sin importar su condición de ricos o pobres, reivindicando a nuestro pueblo, las tantas veces que fue víctima de aquella cruenta dictadura de 30 años de mal gobierno que impuso el Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo Molina, en un doloso intento de subordinar y someter a toda una población a sus caprichos e impúdicas necesidades.

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Durante ese trágico periodo de gobierno arbitrario y mafioso era poco menos que nada el posible derrocamiento de esa dictadura para devolverle al pueblo víctima de sus atropellos, abusos y prepotencia lo que al pueblo le pertenece: la libertad y el derecho que le asiste a todos nuestros ciudadanos y ciudadanas que consagra a su favor nuestra Constitución.

Nuestra población ha venido cargada de amarguras, de tristeza y de impotencia, de angustia y desesperación que la asedian, no dejando de manifestarse una y otra vez la esperada revolución donde nuestros bravos combatientes, hombres y mujeres preñados de un ideal de sacrificio, decididos al cambio, lleguen al extremo de exponer sus vidas hasta ver a su nación libre, democrática, soberana e independiente de toda dominación nacional o extranjera, tal como nos enseñara nuestro egregio patricio Juan Pablo Duarte y los valiosos Trinitarios que le acompañaron bajo el sagrado juramento que rebosa de orgullo nuestros corazones:

“Nuestro Patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera, o se hunde la isla.”

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