Sí, después de un fuerte descenso de los flujos de las remesas en dólares que los emigrantes latinoamericanos envían a sus familiares en los países de origen desde aquellos otros donde se han radicado, producto de la crisis que afecta a la economía mundial y que tuvo su peor momento en el 2009, estos han empezado a dar signos de reanimación desde el comienzo del presente año.

México, principal receptor de remesas debido a la gran masa de mexicanos que viven en el exterior, especialmente en los Estados Unidos, vio reducirse el pasado año la llegada de envíos en un 16%  mientras que Brasil registró un resultado todavía peor, con una caída del 34%.

Para la región fue la primera vez desde el 2000 que se tuvo una reducción con relación al periodo anterior. Hasta el 2009 el promedio de crecimiento anual fue del 17% a pesar que desde el 2006 se había desacelerado. En todo el año 2009 entraron a la región unos 58,800 millones de dólares, 15% menos de los 69,176 millones que arribaron en el 2008. Para el primer trimestre de este 2010 la cifra había alcanzado 13,800 millones.

En el marco del foro “Remesas América”, celebrado recientemente en la capital mexicana, se apreció que ante el comienzo de la recuperación de la economía en los EE.UU. había mejorado el nivel de empleo entre los latinoamericanos en esa nación – 2.4 % en febrero y 0.8 % en marzo – lo que se venía registrando en el flujo de llegada de dólares en algunos países de la región. En el primer trimestre en México las remesas tuvieron un repunte del 2.6 % con relación al trimestre anterior, pero para el cuatrimestre significaron una caída del 8.99% con relación a igual periodo del 2009. En Guatemala, en marzo respecto a febrero, hubo un crecimiento del 34.5% y en El Salvador de un 27.5%. En estos dos países junto a Haití, Honduras y Nicaragua, las remesas llegan a representar más del 10% del PIB.

Sin embargo, para la región en su conjunto los resultados son todavía negativos con una reducción del 7% respecto al mismo periodo del 2009 y del 4% con relación al trimestre anterior, el último del pasado año. Para el caso de los países andinos la situación ha sido más crítica, como consecuencia de la crisis española, país receptor de una gran cantidad de inmigrantes de esa región sudamericana.

La situación hay que observarla con detenimiento ya que en el plano internacional aún persisten escenarios críticos y surgen otros nuevos: la lenta recuperación de la economía norteamericana, la persistencia y agravamiento de la crisis en algunas economías europeas y sus replicas en la economía norteamericana, el reforzamiento de las medidas anti-inmigrantes que refleja la repudiada ley represiva aprobada recientemente en Arizona, entre otras variables a observar.