ANGELA ROSSO
a.rosso@hoy.com.do
Los receptores de remesas en el país han comenzado a sentir la crisis financiera que afecta a los Estados Unidos, debido al encarecimiento de los servicios en aquella nación, que ha traído como consecuencia que los beneficiarios de envíos reciban sólo la mitad de lo que se les enviaba.
Y es que la vida en Estados Unidos se ha encarecido de tal forma que muchos extranjeros han tenido que descontar el dinero que enviaban a sus familiares para cubrir gastos esenciales como agua, energía eléctrica y gas.
De acuerdo a personas dependientes de remesas que fueron consultadas por Hoy, durante un recorrido por diferentes remesadoras, desde principio de abril pasado el monto de los envíos ha bajado de manera significativa. Dijeron que aunque éstas les siguen llegando mensualmente, ya no les alcanzan para cubrir gastos esenciales como la alimentación y el pago de alquiler.
Otros sostienen que hasta la puntualidad del envío ha variado, que muchas veces estos son postergados, y a consecuencia de esos retrasos cuando reciben la remesa ya la deben.
Hay casos como el de Gloria de los Santos, quien dijo que recibe remesas de Estados Unidos por parte de su esposo, con el que tiene dos niños. Contó que es necesario tener otra fuente de ingreso para sustentar con lo básico a su familia. Esa realidad responde a que los 2,500 pesos que recibe actualmente sólo alcanza para pagar alquiler y alimentación. Hace algunos meses, cuando yo recibía hasta cinco mil pesos alcanzaba para pagar el colegio del más grande; ahora hay que hacer malabares para que esos chelítos rindan. Y agregó que tiene que llevar un san y hasta coger prestado de vez en cuando.
En ese mismo tenor se expresó Héctor Bueno, estudiante de ingeniería de sistema en la UASD, quien narró que su hermano, que vive en Estados unidos, les enviaba a él y a su mamá tres mil pesos mensuales para ayudar con los gastos de la casa, y que ahora cuando puede sólo les envía dos mil o mil quinientos. Eso no da; lo que él manda es muy poco. Y yo, cuando no tengo trabajo, tengo que buscármela, porque ese dinero no llega puntual. A veces a fin de mes, otras veces a principio del otro, y así. Señaló que actualmente ha retirado algunas materias que llevaba en la universidad en el transcurso del día para dedicarse a trabajar. No era que uno dependía de eso, pero por lo menos era una carga menos.
Cree necesario tener otros ingresos
¿De dónde usted recibe remesas?
De Estado Unidos.
¿Quién la envía?
Mi esposo.
¿Cuántas personas dependen de ese envío?
Mis dos niños y yo, antes; porque ahora las cosas han cambiado. Eso no da ni para ellos dos. Hay uno al que hay que pagarle colegio, sin sumar los demás gastos. Y el menor, en leche y pañales desachables se va todo.
¿Cuánto le mandaba anteriormente?
Él me mandaba cinco mil pesos, y de tres meses para acá comenzó a enviarme 3,500 y 2,500. Y eso, a como están las cosas de cara, no es mucho lo que se hace.
¿Qué ha hecho usted para equilibrar los gastos?
Yo llevo un san con varias mujeres y también le cambié la leche al más chiquito. Yo le daba Alacta Plus, que cuesta casi 900 pesos.
¿Qué le sugiere usted a otras personas?
Buscar otras fuentes de ingresos, para no depender solamente de lo que les manden de Estados Unidos. Porque esa gente que está allá ahora tiene mucho más problemas que nosotros aquí.