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San José, (EFE).- La remesas que recibe la familia nicaragüense desde Costa Rica, unos 133 de dólares mensuales en promedio, tienen un importante impacto en el combate a la pobreza en ese país, de acuerdo con un estudio de la Academia de Centroamérica dado a conocer hoy.
El coordinador del proyecto, Ricardo Monge, explicó en rueda de prensa que el estudio logró determinar que el 60 % de los hogares clasificados como pobres en Nicaragua reciben remesas desde Costa Rica.
Según Monge, sin estas transferencias, otro 17 % de familias caerían por debajo de la línea de pobreza, donde según datos oficiales ya se ubica el 42,5 % de la población, por lo aseguró que «las remesas enviadas desde Costa Rica realmente ayudan a mitigar la pobreza en Nicaragua».
El estudio, efectuado entre 2009 y 2010, reveló que las familias que reciben este dinero lo utilizan sobre todo para pagar gastos de alimentación, servicios de salud y educación. «Si vemos cómo se invierte este dinero nos damos cuenta de que las remesas están apoyando el desarrollo de capital humano en Nicaragua», destacó Monge.
El estudio muestra además que el 50 % de las remesas destinadas a Nicaragua provienen de Estados Unidos, y prácticamente la otra mitad son enviadas desde Costa Rica; no obstante, el perfil de las familias receptoras varía considerablemente.
Quienes reciben dinero desde Estados Unidos son hogares de clase media o alta, mientras que son las familias más pobres las que reciben ayuda económica desde el vecino país.
Datos del Banco Central de Costa Rica indican que en el 2008 los casi 250.000 nicaragüenses mayores de edad radicados en Costa Rica enviaron a sus familiares 185,6 millones de dólares, pero que para el 2009 la cifra bajó a 163,4 millones de dólares.
El representante del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), Tomás Miller, detalló que aunque usualmente la dirección de las remesas es norte-sur, en Latinoamérica hay al menos tres corredores importantes de transferencias «sur-sur», que deben ser reforzadas por bancos y entidades financieras para facilitar los servicios formales.
Estos corredores son Costa Rica-Nicaragua, República Dominicana-Haití y Argentina-Bolivia.
En el caso de Costa Rica, el estudio encontró que sólo el 25 % de quienes envían dinero a Nicaragua lo hace a través de servicios financieros formales, pues el resto utiliza medios informales. EFE
