Remesas (I)

Remesas (I)

Las remesas han cambiado la vida de residentes en diferentes comunidades del país y con ello la estructura de pueblos, y no solo eso, también dispararon los precios de los bienes y servicios. La magnitud de hogares receptores de remesas induce a tratar de averiguar la cantidad de dominicanos que reside en el exterior, principalmente en Europa y Estados Unidos, así como establecer la dinámica de envíos de valores en los años venideros.

El envío de remesas ha ido en aumento en forma significativa, de acuerdo con cifras del Banco Central, en el 2010 los residentes en el exterior enviaron US$3,682.9 millones, en el 2011 se elevaron a US$4,008.4 millones, en el 2012 fueron de US$4,045.4 millones, en el 2013 se registraron US$4,262.3 millones, siendo en el 2014 de US$4,571.3 millones y a septiembre del presente año alcanzaron a US$3,733.9 millones.

Las cantidades ya mencionadas sobre la magnitud de divisas que entran al país y sobre el volumen de beneficiarios directos e indirectos revelan la trascendencia de este fenómeno en la vida económica y social de República Dominicana.

Ese significativo aporte de divisas y la magnitud de recursos movilizados por los hogares receptores, en lo que concierne a consumo e inversión, es argumento suficiente para que tal realidad, poco estudiada hasta ahora, merezca la atención de formuladores de políticas gubernamentales, agentes del sector financiero, de las organizaciones no gubernamentales y de diversas agencias de cooperación.

El flujo persistente y creciente de divisas no han sido consideradas como oportunidades de inversión o de generación de empleo, pese a la influencia que las remesas ejercen sobre la balanza de pagos, el Producto Interno Bruto (PIB) y como un patrón de estabilidad de la tasa de cambio.

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