EFE. Reportajes. El apéndice es una pequeña porción del intestino ciego que debe extirparse en el quirófano cuando se inflama. Para la apendicitis aguda no hay otra solución más que la quirúrgica porque la inflamación se localiza en una zona de la masa intestinal la derecha- que no tiene salida y, por tanto, las complicaciones derivadas resultarían fatales.
Hasta el primer tercio del siglo XX, la peritonitis ocasionada por la inflamación del apéndice suponía el preludio de una muerte inevitable. El ataque de apendicitis era conocido entre el vulgo y en la literatura como el cólico miserere. De esta forma se significaba la fatalidad de una enfermedad que no fue descrita clínicamente hasta finales del siglo XIX, como síntomatología principal del dolor abdominal agudo.
Sin embargo, desde el año 1970 el índice de mortalidad por esta enfermedad es de menos de 1 por 100.000 casos, según datos recientes de la Asociación Médica Mundial (AMM), que considera asimismo a la apendicectomía como una forma de cirugía menor.
La intervención quirúrgica es la única manera de resolver este problema, aunque en los casos en que la inflamación sea extremadamente aguda es conveniente rebajarla antes de que el paciente sea llevado al quirófano, con antibióticos por vía intravenosa, que también se suelen aplicar en la zona intervenida, una vez que el cirujano ha extirpado el apéndice, con el fin de lograr una sepsis segura.
También por laparoscopía
Aparte de la cirugía convencional, el apéndice se puede extirpar por medio de técnicas de laparoscopia por vía vaginal, sobre todo en las mujeres en edad no fértil. Se puede decir que la apendicitis es, hoy en día, una patología simple y grave a la vez, ya que sin operación las complicaciones posteriores son muy peligrosas.
Un ejemplo ilustrativo de la prevención de este problema lo tenemos en los astronautas de la NASA, quienes antes de ser enviados a misiones espaciales son apendicectomizados de forma preventiva, para evitar dificultades irresolubles en caso de que se le presentara un ataque abdominal cuando están en órbita.
Una convalecencia normal posterior a una operación de apendicitis no debe superar los diez días, aunque pueden presentarse complicaciones que alarguen el proceso hasta las tres semanas o incluso más. Heces y residuos digestivos, infecciones intestinales o, muy raramente tumores, figuran entre las causas de principales de la inflamación de apendicitis, que suele afectar al doble de mujeres que de hombres, de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, de acuerdo con las estadísticas de la AMM.
El origen de los ataques de apendicitis no se conoce aún muy bien y éstos se pueden presentar a cualquier edad.
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Un simple análisis de orina
La preocupación por las dificultades de diagnóstico en esta patología en Estados Unidos ha llevado a científicos del hospital de Boston a trabajar en un sencillo análisis de orina que podría permitir llegar a la conclusión clínica acertada, con un margen de error muy escaso, de una forma rápida y con un costo mínimo.
Los investigadores del citado centro médico han identificado una proteína en la orina que es un indicador fiable para la inflamación del apéndice.