El fiscal de San Cristóbal, Faustino Pulinario, informó ayer que en las próximas horas solicitará medidas de coerción contra el capitán Lino De Oca Jiménez y el teniente coronel José Francisco Pulinario Rodríguez, tras recibir el expediente acusatorio sobre la muerte del recluso Rolando Florián Féliz.
Mientras, el juez de la ejecución de Pena de San Cristóbal, Francisco Mejía Angomás, afirmó ayer que desconoce las razones por las cuales Florián Féliz habría manifestado su interés de conversar con él cuando era trasladado al hospital Juan Pablo Pina de esa ciudad, luego de ser impactado por ocho disparos en su celda de la cárcel de Najayo.
No obstante, dijo que presume que el sentenciado quería hablarle sobre lo sucedido esa noche del sábado 16, tras indicar que como juez de la ejecución debe supervisar la situación de los condenados en los recintos carcelarios bajo su jurisdicción.
El artículo 437 del Código Procesal Penal establece que el juez de la ejecución controla el cumplimiento adecuado de las sentencias condenatorias y resuelve todas las cuestiones que se suscitan durante la ejecución. Esa legislación establece, además, que el juez de la ejecución dispone las suspensiones y visitas de establecimientos penitenciarios que sean necesarias.
Florián Féliz, sentenciado a veinte años por tráfico de drogas, murió el pasado sábado a causa de ocho balazos recibidos en la cárcel de Najayo, hechos supuestamente por el capitán Lino De Oca Jiménez, durante un incidente en el que el oficial le reclamaba sacar de su celda a dos mujeres que le acompañaban, una de ellas menor de edad.
La clave
Deseos de ver al juez
Poco antes de morir, Florián Féliz manifestó su interés de ver al juez de la ejecución de la pena de San Cristóbal, Francisco Mejía Angomás, aunque no se precisó por cuáles razones, según se hace constar en el informe elaborado por la comisión que investigó.