Remy Ulloa: Texto e imagen como cifras luminosas

Remy Ulloa: Texto e imagen como cifras luminosas

Me gustaría contar sobre cuándo y cómo conocí a Remy Ulloa. No obstante, por la brevedad que imponen estas líneas, y al transcurrir más de 15 años desde aquel primer encuentro, es mejor admitir de una vez que no le he podido seguir con la dedicación y la puntualidad justamente merecidas. Así que creo que esta es la ocasión precisa para expresarle un testimonio sincero y reconocedor de su fructífera y admirable travesía en el contexto artístico dominicano de las últimas dos décadas. Y habría que iniciar registrando un momento clave en su proceso formativo y creador: su vital militancia en el “Erranticismo”, sin ninguna duda, el movimiento cultural y artístico más significativo y más auténticamente underground del siglo XXI en Santo Domingo.
Glaem Parls (Pipen), su fundador y más proactivo chef de file, lo define de esta manera: “El Erranticismo fue un movimiento cultural y artístico marginal y antioficialista. Fue una plataforma enfocada en la intervención de espacios públicos y la difusión de las nuevas propuestas artísticas. Sus principales integrantes, fueron Ricardo Billini (1983-2004), Ónice Carvajal, Abel Ortiz Bucio, Jennifer Marlen Rodríguez, Cristina Huerta (Paola Then), Remy Ulloa, Erwin Méndez y Jimmy Díaz. Iniciamos en el parque Duarte, de la Zona Colonial, en el año 2000. Luego continuamos en el bar Fusión Rose de la calle El Conde, esquina Las Damas” …
Remy Ulloa no sólo es hijo de dos artistas. El también nació dos veces (como ser humano y como artista) en un espacio poético atemporal y paradigmático como lo es la Ciudad Colonial de Santo Domingo. De ahí que su encuentro con sus compañeros “erránticos” no es más que la consumación de una auténtica profecía. En el 2002, fue precisamente su excompañera, la poeta Jennifer Rodríguez, quien le llevaría primera vez a las tertulias de los erranticistas en el parque Duarte.
La militancia de Remy Ulloa en el “Erranticismo”, nos permite advertir su abrazo radicalmente subversivo a la existencia y la práctica creadora. Remy, asume la experimentación con los medios mixtos y los recursos extrapictóricos; los soportes alternativos; la escultura; el happening; la performance y el teatro. Más adelante, conoce a la artista multidisciplinaria Loraine Ferrand, con quien participa en varias producciones teatrales y acciones plásticas, visuales, sonoras y performativas, vinculadas estrechamente a las prácticas dadaístas, surrealistas, abstractoexpresionistas y minimalistas.
Tal como sostiene Rolando Leclerc, gran amigo y cercano colaborador: “Remy Ulloa es heredero de la sabiduría de sus padres. Él nos expresa los resultados de sus experiencias al lado de su amoroso padre, quien le transmitió sus conocimientos filosóficos y culturales de manera directa y con quien compartió desde la edad de 8 años hasta su partida. Él supo aprender la magia y desarrollar la percepción creativa del maestro. Remy posee una personalidad que rebota en los hábitos de su propio padre. Es el heredero de toda su sapiencia sobre la vida, el amor y el arte, con la particularidad de que es el único, entre sus 7 hermanos, que conoce todas las claves y secretos del arte del maestro Alberto Ulloa …”
Y, precisamente, esta observación de Rolando Leclerc resulta bastante reveladora ya que cuando estamos ante los resultados del fructífero y exitoso trayecto creador de Remy Ulloa, lo que vemos es un artista completo que jamás se amilana ante disciplinas creadoras de riguroso sustrato técnico y fecunda tradición como el dibujo y la pintura. Ahora bien, para resumir, si algo tuviese que precisar sobre mi personal percepción de la estrecha conexión afectiva y estético-espiritual del maestro Ulloa con su único hijo artista es que, como ser humano y como creador, Remy transparenta y hace trascender la genialidad y la dimensión humana de su padre y maestro con los mismos niveles de gracia y sutil intensidad con que el propio Alberto Ulloa llegó a expresarse en sus máximos momentos de vida, afectividad, fraternidad y experimentación estética.

Ya pruebo el sabor de la brisa primaveral, degusto colores a merced del tiempo. Sinsabores abrileños, perfumados lechos donde descansan tus ojos, flor de azahar, en tu aliento duerme la primavera. Fluido mineral de la tierra, ahoga mi voz en tu regazo salobre. Flagelos luminosos, y entonces se viene el cielo sobre el árido, y somos condena del ocaso, ignominia serena, desnudez a merced de la noche. Es cuando te marchas, sol, luna, estrella cautiva en las nubes”… (Remy Ulloa. Flagelos luminosos, 2018).

En síntesis
Remy Ulloa
Remy Ulloa Terrero nace en Santo Domingo, el 13 de febrero de 1986. Es el cuarto hijo del maestro Alberto Ulloa y de la artista Zenobia Gala Terrero. Es artista visual, escritor, músico y compositor. En el 2012, obtiene Mención Honorifica en el Concurso Una Sociedad en Valores. Entre sus individuales, destacan: “Sinestesia, Anestesia y Epilepsia”, Parque Duarte, Zona Colonial, Santo Domingo (2005); “La Herencia del Color I”, Centro de la Cultura Santiago (2012) y “La Herencia del Color II”, Museo de las Casas Reales (2016). Entre sus colectivas: “Bar Gallery Fusión Rose” (2004); “Cibao Adentro/Homenaje a Manuel del Cabral”, Escuela Nacional de Artes Visuales (2005); Galería Bodden (2015); “Dueto”, junto a Layra Giovanna, Visual Café, Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (2017) y “Mis Letras Visuales”, junto a Kenya Roque, Museo de la Resistencia (2018). En el 2018, la Editorial Santuario, publica su libro de poesía en prosa “Flagelos luminosos”.

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