PARIS. (REUTERS). La inflación, maldición de los años 1970, ha renacido impulsada por la escalada de los precios del petróleo, pero esta vez la amenaza es más global que hace tres décadas y en gran medida lleva la etiqueta «hecha en China.»
Temerosos de los errores del pasado, los bancos centrales occidentales bien podrían optar por una terapia de choque, con fuertes alzas de tasas de interés, en un esfuerzo por evitar una prolongada estanflación, la combinación viciosa de inflación y estancamiento que siguió a las crisis petroleras de los años 1970.
Sin embargo, las perspectivas de éxito dependen al menos en parte de cuán dispuestas estén las potencias emergentes del mundo en desarrollo a participar en ese juego, sobre todo China, una economía que estaba aislada del mundo exterior hace 30 años pero ahora se ha lanzado a su conquista.
Si bien la inflación es mucho más alta en las regiones de crecimiento más rápido que en EEUU y Europa Occidental, todo el mundo siente el dolor debido a la globalización del comercio, dice Stephen Roach.
Zoom
Tasas aumentarán
Las tasas anuales de inflación promedio en el mundo en desarrollo eran unas tres veces mayores que aquellas de las economías industrializadas el año pasado, y esa diferencia se ampliará en el 2008, de acuerdo con cifras del FMI.
Las proyecciones del FMI, publicadas en abril y quizá ya en necesidad de una revisión al alza, estiman que la inflación a nivel mundial crecería desde un promedio de 3,9% en el 2007 al 4,7% en el 2008. El FMI prevé que la tasa de inflación casi se duplicaría a algo menos del 12% en el mundo.