Renault completó barrida en F1

Renault completó barrida en F1

SHANGHAI, China, (AFP). Sin un paso en falso, el nuevo campeón del mundo de Fórmula 1, el español Fernando Alonso, dio el título de Constructores a Renault, consiguiendo un ‘doblete’ histórico para la escudería francesa, al ganar este domingo el Gran Premio de China, última prueba de la temporada.

Renault, que nunca había ganado como escudería, mataba así dos pájaros de un tiro gracias al joven prodigio asturiano, de 24 años.

Ambos hicieron historia en la Fórmula 1: Alonso, como el piloto que puso fin al reinado del alemán Michael Schumacher, que ostentaba el título desde 2000, y la escudería como la que acabó con la hegemonía de Ferrari, invicta desde 1999.

«¡Mega drive! ¡Mega drive! (super pilotaje)», le jaleaba por radio su ingeniero Rod Nelson, justo después de su paso por meta. «¡We are the champions!», le respondía cantando un eufórico Alonso.

«Este título no era crucial para mí pero es muy importante para el equipo», explicó el campeón más joven de la historia de la Fórmula 1, que sólo tenía una palabra para su equipo: «gracias».

«Nadie podía seguir a los Renault hoy y nada podía impedir que ganáramos», se felicitó el presidente de Renault F1, Patrick Faure. «Hemos hecho una temporada perfecta (…) esta victoria marca un gran momento en la historia de Renault», añadió.

Alonso, que prendió fuego a su tubo de escape como si celebrara la victoria con fuegos artificiales, saltó de su monoplaza para echarse en brazos de su patrón, Flavio Briatore.

«Como era la última vez que utilizábamos un V10 (el reglamento impone un V8 a partir de 2006), el equipo me dijo por radio que les hiciera aullar una última vez pisando a fondo el acelerador… y entonces se prendió el fuego», explicaba riendo.

Con esta victoria, Alonso demostró brillantemente que se merecía el título y que no lo debía únicamente a la mala suerte de su gran rival, Kimi Raikkonen, víctima de numerosos problemas mecánicos. En su duelo personal, el español igualó en China el número de victorias del finlandés esta temporada: siete.

«Hasta el título de pilotos, no nos arriesgamos porque el coche era lo bastante eficaz como para administrarnos», recordó Alonso. Pero después de proclamarse campeón matemáticamente en Brasil, su escudería le proporcionó una máquina mucho más puntera, sobre todo en Shanghai, donde contaba con la última versión del motor RS25, previsto para durar sólo una carrera en lugar de dos.

«Hemos llevado la máquina al límite, tanto a nivel del chasis como del motor», destacó el piloto.

A pesar de la exultante alegría por el gran logro conseguido, teniendo en cuenta la actuación del domingo, el piloto aseguró estar «decepcionado por no haber conseguido más que siete victorias este año».

«¡El coche ha demostrado que yo habría sido capaz de ganar diez u once Grandes Premios!», exclamaba Alonso, que no dejaba de considerar su temporada «fantástica» puesto que la hazaña «no era fácil».

Más bien difícil, teniendo enfrente a un Raikkonen que se peleó con uñas y dientes hasta el último momento al volante de un McLaren-Mercedes muy eficaz después de las tres primeras pruebas, pero de dudosa fiabilidad, sobre todo en cuanto al motor Mercedes.

Con el título de pilotos perdido, Raikkonen esperaba coleccionar las victorias en carrera y llevarse al menos el título de marcas para su escudería, algo que puso muy difícil el abandono de su compañero Juan Pablo Montoya.

Por primera vez desde hace meses, «el Renault era más rápido», admitió el finlandés. «Me habría gustado ganar pero, en realidad, eso no habría cambiado gran cosa: ya perdí el título» de pilotos, añadió.

Y mientras Renault se disponía a festejar «su» título hasta altas horas de la noche en Shanghai, Alonso lo iba a celebrar «esta noche en el avión a Londres».

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