El presidente Leonel Fernández rindió un resumen de las memorias de las ejecutorias de su gobierno 2010, conforme al espíritu de la Carta Magna que le impone esa obligación en su artículo 128, letra F, y eso fue lo que hizo y no tenía obligación de añadir nada más. Todo el resto es pura especulación ancestral.
Expuso un detalle que los adversarios al gobierno no incluyeron al formular las críticas posteriores a la pieza en la que el gobernante rindió tributo a la fecha patria magna en su 167 aniversario, y es el poco justificable logro de sostener el equilibrio de la macroeconomía con un crecimiento del PIB de un 7.5% no obstante los percances de una economía planetaria en ascuas.
Los empresarios y empresaurios aprovecharon la coyuntura para censurar el modelo exportador que estiman deficiente, sin reconocer el aporte de US$4 mil mm generados por el turismo, RD$1,777.6 mm el tabaco, 12 mm de quintales de arroz, 6 mm quintales de tomate y omitir la gestión laudable de Chío Jiménez y Francisco Javier García para obtener esos logros, incluido 690 mm litros de leche de 384 mm en 2004. Héctor Valdez Albizu con un PIB de 7.5%.
El presidente expuso que la deuda de US$18 mil mm es manejable con una economía estable y creciente, aunque los términos porcentuales de distribución de esa riqueza es injusto e inequitativo.
Dentro de ese bulto quejoso es menester excluir 800 mil beneficiados de la tarjeta Solidaridad, los bonos luz, gas y choferes y el seguro de salud para las domésticas, unas 300 mil, que iniciará en junio próximo.
Producción de 180 mm de pollos al año, 15 mm mensual y 160 mm mensuales de huevos y 900 mil cerdos, y los granjeros de uno y otro renglón alegan pérdidas.
El sector no puede ser solo un sector de quejas. Cuando no dice que el sector va mal por vicio, cerramos las puertas del financiamiento porque nadie presta al quebrado, argumentó con razón Gustavo Florentino, presidente de la JAD.
Siga cortejando a los productores, presidente. Siga gobernando.