Río de Janeiro.– Seguir rutas turísticas, evitar lugares desconocidos y, sobre todo, no oponer resistencia ante un asalto, son consejos básicos para moverse por Río de Janeiro, capital olímpica de Suramérica en agosto y, también, una de las ciudades más peligrosas de la región.
Pese a que las autoridades se esfuerzan por asegurar que la delincuencia estará bajo control durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, en agosto y septiembre, las estadísticas de la policía no son tranquilizadoras- Más de cuatro asesinatos por día solo en la ciudad de Río y 6 si se tiene en cuenta al estado.
Al menos 5 deportistas olímpicos, tres españoles y dos australianas, que se encontraban entrenando en Río, han sido asaltados a punta de pistola en zonas turísticas, y a pleno día, en las últimas semanas. Las delegaciones olímpicas internacionales han empezado a llamar la atención del comité organizador de Río 2016 y de las autoridades locales para que se garantice la integridad de sus deportistas.
Miles de militares y policías se ocuparán de la seguridad en el recinto olímpico durante los Juegos y de vigilar las vías de acceso y las zonas más frecuentadas por los turistas. Aún así, nunca están de más las recomendaciones sobre cómo moverse en la ciudad para evitar problemas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de hacer público un documento en el que recomienda “usar sólo transporte autorizado, no viajar solo por la noche, evitar áreas dudosas y viajar con un acompañante” durante los Juegos de Río. Recomendaciones que comparten las autoridades brasileñas y la policía local.
“Nunca se debe salir de un área que esté fuera del rutero turístico tradicional”, subraya el comisario Marcelo Carregosa en una entrevista con Efe. Carregosa insiste en que, si los visitantes deciden salir de un área turística, deben “conocer bien a alguien del lugar para minimizar los riesgos».
El comisario admite que los miles de turistas que llegarán a la ciudad para los Juegos, son “objetivos fáciles” para los delincuentes y deben estar prevenidos para evitar los llamados “crímenes patrimoniales”, los robos y hurtos de objetos personales como carteras, teléfonos o cámaras.
Su recomendación- Estar atento pero sin “convertir todo en una paranoia». “Si crees que la situación está extraña (…) estate atento, cambia de lugar, mira si la otra persona te acompañó, si estás siempre en el campo de visión de esa persona sospechosa, busca un local, busca una tienda y haz contacto con la policía porque ellos van a atrapar a esa persona” e investigarán, resume en la entrevista con Efe.
En caso de un asalto, el “protocolo de actuación” que establece Carregosa es “no reaccionar” ante la agresión y darle al asaltante lo pida, ya que hay “mucho más que perder que un móvil o una cámara».
Un asalto, continúa, es “una situación que no se puede controlar”, en la que la víctima es “rehén” del agresor y cualquier cosa que haga “puede ser malinterpretada por el atacante” y aumentar el riesgo de daño. Denunciar las agresiones es también fundamental, según el comisario.
Pese a que no existe un perfil único de agresor, Carregosa apunta que los asaltos en las zonas más turísticas de Río son perpetrados por jóvenes, por lo general armados con una navaja, aunque también pueden portar pistolas.
Pero los vecinos de Río, advierte, deben estar también atentos a los extraños en las grandes convocatorias, porque “el turista también puede ser el criminal».
En eventos como el Carnaval, explica el comisario, en el que millones de personas visitan la ciudad, aparecen en Río “cuadrillas especializadas que vienen para cometer crímenes».
Los controles que se habilitarán para las Olimpiadas alejan la posibilidad de actuación de este tipo de bandas, apunta Carregosa, que considera muy remota también la posibilidad de que Río sea un blanco del terrorismo durante los Juegos.