El caso rockash, que hace cinco años suscitó una gran controversia en la República Dominicana, sigue siendo una pesadilla para René Ledesma Rodríguez, para entonces subsecretario de Medio Ambiente, quien firmó la no objeción para que el material, procedente de Puerto Rico, fuera depositado en los puertos de Samaná y Manzanillo.
Sobre Ledesma pesa una condena de seis meses de cárcel, suspendida, y el pago de 10,000 salarios mínimos, a causa de una imputación por la que había sido descargado dos veces en los tribunales, por violación de las leyes 64-00 sobre Medio Ambiente, y la 218 que prohibe la introducción de deshechos tóxicos al país.
Dicha sentencia, dictada por la Corte de Apelación de la Provincia Santo Domingo, el 5 de diciembre de 2008, fue recurrida en casación por el ex funcionario por ante la Suprema Corte de Justicia (SCJ), donde está pendiente de la decisión definitiva.
Yo lo único que quiero es que se haga justicia para que mi nombre y mi honra queden limpios y yo pueda seguir ejerciendo mi profesión como lo he venido haciendo durante más de 35 años; y si para eso se quiere abrir de nuevo el juicio, yo lo acepto, porque lo que quiero es que resplandezca la verdad, declaró Ledesma, entrevistado por HOY.
Material no tóxico
Con un fardo de documentos que iba mostrando mientras contaba su historia desde la llegada del rockash al país, expresó que su odisea comenzó tras la denuncia del entonces senador Ramiro Espino (PLD-Samaná), de que se trataba de lodo cloacal, y se agravó con las quejas posteriores de la comunidad, en el sentido de que el material estaba afectando su salud y el medio ambiente.
Recordó que, a raíz de esas denuncias, se le hizo una serie de análisis al rockash en reconocidos laboratorio nacionales e internacionales, incluido Greenpeace, y todos los resultados coincidieron en que no se detectó toxicidad en el rockash que pudiera dañar ni el medio ambiente ni la salud de las personas.
Pero, además, en un acuerdo transaccional y descargo firmado el 19 de septiembre de 2007 entre la República Dominicana y la Corporación AES de Puerto Rico, las autoridades del país también admitieron que el material que se originó en la planta de AES Puerto Rico, L. P., y el cual está ahora en Samaná y Manzanillo, no es tóxico ni dañino a los humanos o al medio ambiente en sentido general, citó Ledesma al destacar que debe ser manejado apropiadamente.
Por la firma del acuerdo, el país recibió de AES la suma de US$6 millones, para ser empleados, entre otras cosas, en los gastos de litigio, utilización beneficiosa o deshecho del rockash, y para pagar el transporte del material desde Samaná, a la empresa Cemex, en San Pedro de Macorís.
Chivo expiatorio
Ledesma se considera el chivo expiatorio de una situación política coyuntural, en la que, afirmó, el rockash fue utilizado como tema de la campaña electoral de 2004.
Esto así, -agregó-, porque de todos los involucrados en la operación del rockash, contra quienes procedieron judicialmente el Ministerio Público y el Instituto de Abogados para la Protección del Medio Ambiente (Insaproma), lo fueron sacando uno a uno del expediente, y me dejaron solo a mí.
Se refería al entonces secretario de Medio Ambiente, Frank Moya Pons; a Silver Spot Enterprises y/o Roger C. Fina (quien trajo el material al país) y al ex director de la Autoridad Portuaria, Rosendo Arsenio Borges Rodríguez.
Los descargos
El 21 de julio de 2006, el Tribunal Colegiado de Primera Instancia de San Francisco de Macorís, mediante su sentencia número 084-2006, declaró a Ledesma no culpable de violar las leyes 64-00 y 218.
Esta sentencia fue apelada por el Ministerio Público e Insaproma, y el 8 de agosto del 2007 la Cámara penal de la Corte de Apelación del departamento Judicial de la referida provincia confirmó la sentencia a favor del demandado.
El ex subsecretario de Medio Ambiente informó que, después de esa ratificación de la sentencia a su favor, el Ministerio Público se retiró del caso, e Insaproma recurrió por ante la Suprema Corte de Justicia.
La Suprema entonces envió a revisar el expediente a la Corte de Apelación de la Provincia Santo Domingo, y en un proceso donde no se nos permitió presentar como prueba el acuerdo entre el gobierno y la AES, en el que se reconoce que el rockash no era tóxico, se tomó una decisión insólita.
Agregó que tal decisión fue la de variar la sentencia del Tribunal de San Francisco y me condenaron.
Los efectos
Los efectos dejados por el rockash a Ledesma no solamente son emocionales sino también económicos y profesionales, al extremo que, según mostró, ha tenido que modificar su casa para rentar un parte.
Económicamente estoy afectado, si no me he ido del país es porque quiero probar mi inocencia, porque donde he ido a tocar me cierran las puertas, porque no quieren problemas con el gobierno y la justicia.
Antecedentes
El ocho de junio de 2008 la Cámara Penal de la SCJ anuló la sentencia que descargó a Ledesma. El tribunal dispuso que la Corte de Apelación de la Provincia Santo Domingo hiciera una nueva valoración de los méritos del recurso de apelación, en contra de la decisión que favoreció al imputado y que emitió la Corte de Apelación de San Pedro.
El protagonista
René Ledesma Rodríguez
Ex secretario de medio ambiente
Tiene un doctorado en medio ambiente y recursos naturales (1996) y una maestría en el área de suelos (1983), ambos de la Universidad de La Florida. Imparte docencia desde hace más de 25 años en el área de recursos naturales y medio ambiente. En la actualidad es profesor de maestría y postgrado en las universidades Católica Madre y Maestra (PUCMM), Autónoma de Santo Domingo (UASD) y Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).