PUERTO PRINCIPE (AFP) – Allegados al presidente electo de Haití, René Préval, iniciaron consultas en busca de obtener mayorías parlamentarias que permitan a su futuro gobierno reconstruir al país más pobre del continente, devastado por 20 años de crisis política y económica.

Después de una semana marcada por manifestaciones masivas, las actividades en los bancos, el comercio, las escuelas, la administración y la política se reiniciaron en Haití, con vistas a la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias programadas para el 19 de marzo.

El presidente electo se reunió con Chavannes Jeune, que quedó posicionado en el cuarto lugar de las elecciones presidenciales.

“Estoy listo a conceder la victoria en nombre de la verdad”, declaró Jeune, considerado como un aliado necesario para que Préval llegue a una mayoría en el futuro Parlamento.

Las reacciones a la victoria del ex presidente haitiano (1996-2001) refirieron más a denuncias de fraude electoral que a una voluntad de reconciliación nacional.

Leslie Manigat, segundo en la votación y también ex presidente (febrero a junio de 1988), criticó la victoria “impuesta” de Préval, considerando que la “violencia” se vio “recompensada”. “El derecho a la segunda vuelta fue confiscado por una maniobra, una manipulación, un golpe de Estado electoral”, afirmó.

Ubicado en el tercer lugar por las urnas, el industrial Charles Henri Baker también denunció un fraude electoral, aunque deseó éxito a la gestión de Préval.

“El gobierno del señor Préval debería ser el gobierno de todos los haitianos por cinco años”, afirmó al desearle “éxito (…) ya que su fracaso sería el de todos los haitianos”.

El candidato por el partido de los socialdemócratas, Serge Gilles, recordó que “el camino hacia la democracia es lento y difícil”.

Desde el sector privado, el regreso de Préval suscita cierta incertidumbre y escepticismo. “La mayoría del sector empresarial tiene serias aprensiones, teniendo en cuenta los lazos anteriores de Préval con (el derrocado ex presidente) Jean Bertrand Aristide”, señaló Réginald Boulos, presidente de la Cámara de Comercio de Haití.

“El temor reside en que regrese con las prácticas de su primera Presidencia”, destacó Reynold Bonnefiel, que militó en 2004 por la partida de Aristide. “Si se deja influenciar por Aristide, le diremos bien alto nuestro punto de vista ya que no abandonaremos el país”, agregó.

El entorno de Préval desmiente todo contacto con Aristide. “No existe ninguna relación”, aseguró una persona cercana que solicitó el anonimato.

“Seré el presidente de todos los haitianos y estoy listo para reunirme con los miembros del empresariado para que estén seguros”, agregó el presidente electo, aunque reconoció que algunos de los responsables del sector privado sentían temor.

Los simpatizantes de Préval, en su mayoría pobres y desempleados, mantienen una gran esperanza.