Renovarán código tributario Brasil, uno de los más absurdos

Renovarán código tributario Brasil, uno de  los más absurdos

AME8078. BRASILIA (BRASIL), 21/11/2019.- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (i), y su hijo Jair Renan Bolsonaro (i), participan en el lanzamiento de un nuevo partido llamado Alianza por Brasil este jueves, en Brasilia (Brasil). Hoy se presento el partido que Bolsonaro pretende crear tras desvincularse de la formación con la que ganó las elecciones de 2018. EFE/ Joedson Alves

Tras la reforma histórica de las pensiones, la administración del presidente brasileño Jair Bolsonaro quiere renovar el código tributario, uno de los más absurdos de la región.
Al complejo sistema tributario brasileño se le han hecho muchas críticas por constituir una barrera para el crecimiento a largo plazo. Las empresas gastan en promedio 2.038 horas para preparar sus declaraciones de impuestos, o cerca de 12 veces el promedio en los países ricos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según el índice «Doing Business» del Banco Mundial.

La carga tributaria de Brasil es cercana al 33 por ciento del PIB, casi 10 puntos más que el promedio latinoamericano.
Una simplificación radical podría aumentar el PIB en un 10 por ciento en 15 años, según un análisis del Centro de Ciudadanía Fiscal, un grupo de expertos en São Paulo.

La mayor complejidad proviene del IVA a nivel federal y estatal. Existe un amplio respaldo para fusionar varios impuestos en uno que se aplique de manera uniforme en los 27 estados, pero el esfuerzo podría encallar en los detalles.
Según explica una publicación de Bloomberg, “es difícil encontrar la razón detrás de muchos gravámenes. El combustible de etanol para automóviles tiene un impuesto del 32 por ciento en Río de Janeiro, pero solo del 12 por ciento en São Paulo. Y esas tasas cambian constantemente”.

Para Ana Carla Abrao, socia de la oficina de São Paulo de la firma Oliver Wyman, el sistema tributario brasileño siempre ha sido así, con innumerables reglas y excepciones para diferentes compañías, diferentes industrias y diferentes productos.
“Por esa razón, es difícil llevar a cabo una reforma, porque si intentas simplificar e igualar el sistema, cada uno de estos grupos se siente perjudicado y ejerce presión contra los cambios”, dice. Además, algunos gravámenes están codificados en la constitución, por lo que cualquier modificación debe aprobarse como una enmienda, lo cual requiere una mayoría de tres quintos tanto en la cámara baja como en el Senado, lo que promete un amplio debate.

“Si bien algunas industrias invierten en preservar las preciadas concesiones, la mayoría de las empresas brasileñas claman por ayuda. Las compañías dedican en promedio mil 958 horas al año a preparar y pagar sus impuestos, según el Banco Mundial, más de ocho veces más tiempo que sus pares en México y Argentina”, indica la publicación de Bloomberg.

“Estamos trabajando con una enorme oferta de productos, y cada producto individual tiene su propio impuesto de compra o impuesto de ventas que puede ser diferente en cada región y en cada estado”, explica Carlos Guerra, director ejecutivo de Giraffas, una empresa de comida rápida con sede en Brasilia.
“Pasamos semanas para calcular los costos, debido a las diferentes clasificaciones fiscales. Es un verdadero manicomio fiscal”, manifestó.
Proceso engorroso
Los casos de impuestos pueden consumir años en espera de adjudicación. Vale SA, el mayor productor mundial de mineral de hierro, resolvió una disputa de 9.6 mil millones de dólares en 2013 después de una década de disputas. Leoncio, el abogado del libro de impuestos gigante, ha trabajado en el campo durante casi tres décadas. El hombre llevó su creación al Congreso brasileño hace unos años para impresionar a los legisladores sobre la importancia de arreglar el sistema. Menos del 1% de los legisladores fue a verlo.

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