Renove Onatráticamente una OMSA

Renove Onatráticamente una OMSA

JUAN D. COTES MORALES
Distinguido señor director:

Es de mi mayor consideración dirigirle la presente aún cuando en realidad no sepa cómo comenzar el desarrollo del tema según lo he titulado. Siempre le he tenido aprecio a los abnegados obreros del volante desde aquel que se llamaba a sí mismo «El Caballero de la Camisa Blanca» hasta los demás que aprendieron, siendo cobradores de guagua, a conducir, y a usar kepis y corbatas en la época que le pusieron fin el 30 de mayo.

Permítame decirle que los choferes son una cosa y los vividores del sudor de los choferes son otra cosa y eso usted lo sabe desde que comenzaron a contarse los Austin, las banderitas, las Onatrate, las Omsas, los pollitos y las garzas.

Unachosin fue un verdadero sindicato. Igual que Poasi. Pero la infamia sindical la constituye Aducavitu (Asociación de Dueños de Carros Viejos del Transporte Urbano), pues en los más horrorosos y destartalados «vehículos» exhibían un sello con el escudo nacional y la inscripción: Gobierno de la República Dominicana.

Eso fue y es un negocio y un medio de vida. En varias oportunidades amigos extranjeros se quedaron sorprendidos y me preguntaron qué significaba eso.

Cuando se creó la OTTT (Oh te, teté) -Oficina Técnica de Transporte Terrestre-, sobre los estropicios del cementerio de Onatrate y de la Omsa más pesada de la bolita del mundo, no pensé jamás que onatráticamente podían darnos renove.

Es muy deplorable que todos hayan querido sepultar a Juan Delpueblo y a su hermano Juan Pordemás y tenido la habilidad de arrastrar consigo a personas decentes, de buen proceder, incapaces de cometer los hechos a que se refieren las auditorías y las investigaciones.

Pero, más deplorable aún es la tristeza infinita de saber que se ha gastado una isla de dinero, choferes y transportistas nunca han estado ni estarán conformes, han escenificado en plenas vías públicas los más afrentosos y hasta sangrientos desórdenes disputándose privilegios de rutas y alzas o rebajas de pasajes, sin que hasta este momento se sepa cuál es el número real de choferes sindicalizados con y sin vehículos y las condiciones personales, morales y físicas de tales personas.

Señor director, onatráficamente hablando, ¿cree usted que el baile puede continuar con esta nueva orquesta? ¿Hasta cuándo? Recuerde que en el 1961, fue el doctor Balaguer con los fondos del Partido Dominicano que le regaló a los choferes los carros que ellos conducían alquilados y luego, cuando subió el combustible, el doctor Abinader, Secretario de Finanzas, los incluyó en la nómina del Estado y en la Contraloría General de la República le pagaban como compensación una boronita de doscientos pesitos mensuales y no recuerdo bien si después le aumentaron a cuatrocientos.

Repito, me preocupa la suerte de todos los choferes y me indigna que en su nombre y por su causa, durante tanto, tiempo, tantos vividores se hayan aprovechado y nada haya pasado nunca.

Finalmente, usted cree en la nueva Omsa y que las auditorías de Renove son como Carabina de Ambrosio?

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