Héctor O’Neill presentó su carta de renuncia después de más de dos décadas como alcalde de la opulenta ciudad de Guaynabo, ubicada al suroeste de la capital de la isla.

Durante meses, el gobernador del territorio estadounidense y muchos de sus ciudadanos habían exigido su renuncia. O’Neill fue suspendido el mes pasado por tiempo indefinido y se le ordenó entregar cualquier propiedad del gobierno, incluidos vehículos y teléfonos celulares.

Las autoridades están investigando acusaciones de que O’Neill pagó casi medio millón de dólares a la mujer policía y a su novio.

O’Neill ha dicho que el caso fue resuelto de manera privada y que no se utilizaron fondos públicos.