¿Enfermedad mental (por sus lapsus) o baja aceptación de los estadounidenses? Las razones de su renuncia no están claras, hasta ahora. Pero Biden dijo que hablará a la nación con más detalles sobre los motivos de su decisión.
Con el anuncio oficial de la renuncia a la candidatura presidencial la tarde del pasado domingo 21 de julio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puso la fecha para la historia, pero además sorprendió al mundo, puesto que en más de medio siglo ningún elegible para ese cargo había declinado.
El registro más reciente que se tiene sobre el particular fue en 1968, cuando el demócrata, Lyndon B. Johnson, anunció también de manera sorpresiva que no competiría para volver a ser presidente de esa potencia.
La razón por la que Johnson renunció a la candidatura se debió a que el rechazo hacia él había crecido, en la misma medida aumentaba el sentimiento contra la guerra en Vietnam. Con su salida del cuadro electoral, el demócrata buscaba mitigar la crisis “y conseguir la paz”.
Más temprano, específicamente en el año 1952, la caída del índice de aprobación fue también la razón principal por la que otro candidato presidencial estadounidense del Partido Demócrata decidió salir del juego: Harry Truman.
Cuando el presidente Whig William Henry Harrison murió, en 1841, John Tyler, quien fue compañero de fórmula, asumió el mando de Estados Unidos.
En 1844 Tyler intentó repetir como primer mandatario de la nación después de que su campaña por la anexión de Texas; sin embargo, su partido le negó la nominación y en su lugar eligieron a Henry Clay. Tyler declinó competir.
El también demócrata y compañero de fórmula de Abraham Lincoln en la candidatura del Partido Unión Nacional en 1865, Andrew Johnson, tomó el lugar de Lincoln cuando éste fue asesinado, pero en 1868 fue sometido por el Congreso y declarado culpable de violar la Ley de Duración del Cargo después de destituir al secretario de Guerra republicano Edwin Stanton.
Luego de perder apoyo a lo interno de su partido, Franklin Pierce, cinco meses previo a las elecciones, en junio de 1856, el presidente demócrata no participó en la contienda electoral para un segundo mandato.
Todo se debió por la aprobación de la conocida Ley Kansas-Nebraska de 1854, que permitía a los dos nuevos estados decidir sobre la legalidad de la esclavitud en sus territorios, una decisión que molestó a los demócratas, quien luego escogieron a James Buchanan como candidato, quien ganó las elecciones.
Chester Arthur, vigésimo primer presidente de los Estados Unidos de (1881-1885), fue el compañero de fórmula del republicano James Garfield, que ganó la presidencia en 1880. Garfield fue asesinado en 1881 y Arthur asumió el cargo en su lugar. Mientras era presidente, Arthur contrajo una enfermedad renal, que permaneció desconocida para el público.
Perdió el apoyo de sus aliados más fuertes al ir contra el sistema clientelar, firmando una ley que prohibía los sobornos en los servicios públicos y convertía el mérito en el criterio para determinar salarios y ascensos. Durante la convención de nominación republicana en junio de 1884, cuando buscaba la reelección, Arthur perdió su nominación ante James Blaine.
En las elecciones del 4 de noviembre, el demócrata Grover Cleveland derrotó a Blaine.
¿Y ahora?
Ahora, el Partido Demócrata, deberá decidir entre Kamala Harris, vicepresidenta estadounidense, o por la exprimera dama Michelle Obama.
Biden dedicó varias publicaciones en sus redes sociales que ratifican sus intenciones de que Harris ocupe la candidatura demócrata diciendo que es lo más favorable para su partido y el país. Sin embargo, al momento de la publicación de esta nota, nada está claro a lo interno de esa organización política sobre la persona que competirá contra el republicano Donald Trump, quien luego del atentado en su contra en Penlsivania, el sábado 13 de julio, ha cobrado más fuerza en el electorado.