BRASILIA (AFP).- El ministro brasileño de Agricultura, Roberto Rodrigues, renunció a su cargo por motivos personales y el presidente Luiz Inacio Lula da Silva aceptó su dimisión, anunció ayer su asesoría. Aún se ignora el nombre de su sustituto. Según medios brasileños, la dimisión se debe a problemas de salud de la esposa de Rodrigues.

Rodrigues, de 63 años, ingeniero agrónomo y empresario del agronegocio, es una de las personalidades sin partido llamadas por Lula en 2003 para mantener contactos abiertos con sectores que desconfiaban de la llegada al poder del ex sindicalista de izquierda. El agronegocio ha tenido en los últimos años un fuerte impulso exportador. Sin embargo, en el último bienio el sector entró en crisis, por problemas atribuidos a factores climáticos y la valorización del real frente al dólar que hacen menos lucrativas las exportaciones. Los empresarios reclamaron más ayudas del gobierno para enfrentar la crisis, y en varias ocasiones Rodrigues tuvo que desmentir rumores sobre su renuncia, aunque también dejó claro que no le interesaba permanecer en el puesto si Lula resulta reelecto en las elecciones de octubre.

Su gestión también estuvo marcada por la aprobación en 2005 de una ley que autoriza el cultivo comercial de organismos genéticamente modificados (OGM), con la cual Lula pretendió normalizar la situación de los cultivos ilegales de soja transgénica que se habían expandido en el sur del país.

Brasil, una gran potencia agrícola, ha tenido gran protagonismo en las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en las cuales lidera los reclamos de los países emergentes (G-20) a favor de una mayor apertura de los mercados agrícolas de los países ricos.