WASHINGTON (AFP).- Los secretarios estadounidenses de Justicia, John Ashcroft (62 años) y de Comercio, Don Evans (58) presentaron sus renuncias al presidente George W. Bush, anunció este martes el portavoz de la Casa Blanca.

   Estas renuncias tienen lugar una semana después de la reelección de Bush para un segundo mandato de cuatro años y en el marco de la reorganización de su equipo de gobierno.

   Todavía no se conocen los reemplazantes de los dos ministros, señaló el portavoz Scott McClellan.

   Ashcroft indicó en su carta de renuncia que «el ministerio de Justicia sería mejor servido por una nueva dirección y una nueva inspiración».

   «Pienso que mis energías y mis talentos deberán ser dirigidos hacia otros horizontes», agregó Ashcroft, representante de la derecha conservadora.

   «Durante sus cuatro años en el ministerio de Justicia, John lo transformó para hacer de la lucha contra el terrorismo la prioridad, y para dar a las personas encargadas de hacer respetar la ley las herramientas necesarias para desmontar e impedir nuevos ataques. Así, el aseguró que los derechos de los estadounidenses sean respetados y protegidos», opinó Bush en un comunicado.

   Evans, uno de los mas cercanos amigos de Bush, señaló que «con las promesas de vuestro segundo mandato, concluyo con profundo pesar que es hora para mí de volver a mi hogar», en Texas, donde hizo fortuna en el petróleo.

   Estos funcionarios son los primeros integrantes del gobierno en renunciar luego de la reelección de Bush. Otras renuncias son esperadas desde que éste precisó la semana pasada que habría «cambios» en su equipo gubernamental.

   Ashcroft hizo adoptar luego de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Estados Unidos un conjunto de medidas legislativas destinadas a luchar contra el terrorismo, entre ellas autorizar las escuchas telefónicas, endurecer las normas de inmigración y vigilar los mensajes enviados por correos electrónicos.

   Sus detractores consideran que la filosofía general de esas medidas redujo el espacio de libertad.

   Evans es uno de los más viejos amigos de Bush, quien lo conoció en Texas, estado donde el presidente gobernó antes de ser electo para un primer mandato en la Casa Blanca en 2000.

   Además, ha sido encargado de altas misiones y un confidente del presidente, con el cual comparte también una fe profunda y frecuenta los mismos círculos cristianos evangélicos.

   «Don Evans es uno de mis amigos y consejeros más próximos», señaló Bush en un comunicado el martes al agradecerle sus servicios.