¿Renunciar o denunciar? Qué hacer cuando descubres corrupción en tu trabajo

¿Renunciar o denunciar? Qué hacer cuando descubres corrupción en tu trabajo

«Trabajo para una empresa del gobierno. Como ciudadano, siento que esta empresa me pertenece en parte, y tengo gran interés en que funcione. Sin embargo, a mi alrededor veo comportamientos poco éticos. La respuesta lógica sería dejarlo, pero no quiero renunciar a la empresa. ¿Qué puedo hacer?».

Esta es la clase de pregunta con la que muchos podemos tropezarnos, no solo en el sector público: a veces también el privado.

En el caso del sector público, se trata de un dilema de tonos patrióticos: cómo seguir adelante sin participar, directa o indirectamente, en acciones que te parecen inaceptables. Lo más fácil es dejar el trabajo y conseguir otro en el que no enfrentes esta clase de situaciones.

Pero no quieres hacer esto, porque sientes que trabajar en una empresa pública tiene un valor ético.

Decidir enfrentar el problema es admirable, pero resolverlo puede ser complicado.

Buscar apoyo

Si te quedas, tienes varias opciones, explica Amy Wrzesniewski, profesora asociada de comportamiento organizativo en la Universidad de Yale.

El camino más directo es averiguar la forma para llamar la atención sobre el problema, para que pueda haber cambios

«El camino más directo es averiguar cómo llamar la atención sobre el problema, para que pueda haber cambios», dice.

Pero hacer esto sin ser despedido es complicado.

Averigua si en tu país hay buenas leyes para proteger a quienes denuncian, sugiere Wrzesniewski.

Dentro de la empresa, tendrás más suerte si hay alguien que te protege, «un triunfador que esté dispuesto a apoyarte a medida que vas comentando los problemas».

Si tienes protecciones legales, y te sientes cómodo con esta persona, es el camino más directo.

Si no, tendrás que tomar el camino largo.

Promover el cambio

Wrzesniewski sugiere que a veces, proponer ideas nuevas sirve para reemplazar las prácticas corruptas.

Estas ideas pueden ayudar a para establecer nuevas prácticas más eficientes o simples, y al mismo tiempo menos abiertas a que ocurran comportamientos poco éticos.

Un empleado trabaja con los ojos vendados
Ignorar el problema no es la solución.

Por ejemplo, si ves que los contratos van a la empresa que paga mejores mordidas, puedes sugerir que el proceso de licitación se haga online y con más transparencia.

Si ves prácticas discriminatorias de contratación, pregunta si se puede crear una base de datos con todas las características de los solicitantes de empleo. Esto aclarará a quién se está contratando y por qué.

«Te darás cuenta de que la empresa en realidad sí tiene interés en cambiar», dice Wrzesniewski.

También puedes intentar encontrar a gente que piensa como tú.

Algunas personas creen que la corrupción es inherente a las empresas gubernamentales, en cuyo caso será difícil que cambien de opinión. Pero otra gente comparte las mismas opiniones sobre la responsabilidad cívica dentro de una empresa pública.

Si las encuentras, podrán intercambiar ideas para eliminar la corrupción.

Quizás estas personas tienen una mejor red profesional que tú y pueden encontrar gente que los apoye.

Si hay pocas ganas de cambiar a nivel de base o en los mandos, te volverás encontrar con el dilema: continuar siendo una persona ética en un ambiente poco ético, o dejarlo.

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