Hoy 
El Senado aceptó anoche la renuncia de dos miembros de la Cámara de Cuentas, quienes tomaron la decisión porque entienden que en el organismo se entronizó el nepotismo, el amiguismo, el dispendio y el manejo irracional de los recursos presupuestarios.
El pleno de la Cámara Alta aceptó la renuncia de los doctores Raúl Reyes Vásquez y Mayra Cochón Trujillo para luego sustituirlos de entre las ternas que les remitirá el poder Ejecutivo.
Por su lado, el presidente de la Comisión Bicameral de Modernización del Congreso y la Cámara de Cuentas, Tonty Rutinel Domínguez, denunció que entre las irregularidades del bufete directivo del organismo del Estado está la compra, sin concurso, de yipetas por RD$7 millones.
Asimismo, Rutinel Domínguez (Partido Revolucionario Dominicano-PRD-Santo Domingo) sometió una resolución para que el Senado disponga una auditoría financiera a la Cámara de Cuentas para conocer otros «errores graves».
El presidente del Senado, Jesús Vásquez Martínez, remitió la moción de Rutinel Domínguez a estudio de una comisión especial encabezada por el senador Ramón Alburquerque (PRD-Monte Plata).
En carta al Senado, los doctores Reyes Vásquez y Cochón Trujillo informan de su renuncia irrevocable como miembros de la Cámara de Cuentas.
Expresan que la Cámara de Cuentas ha venido atravesando en los últimos meses por situaciones que se alejan de la base institucional de un organismo de esa naturaleza.
Señalan que en el aspecto salarial en esa institución pública existe un gran desorden administrativo, consistente en la fijación de sueldos que no responden a ninguna escala ni a la naturaleza del trabajo realizado.
Afirman que el actual bufete directivo de la Cámara de Cuentas ha establecido un sectarismo atropellante que rompe la igualdad entre los miembros e impide que prevalezca el espíritu del trabajo en equipo.
«Una de las manifestaciones de este proceder es que el único que somete y nombra personal es el presidente, cuando la ley señala que ésa es una facultad del pleno de los miembros», advierten Reyes Vásquez y Cochón Trujillo.
Indican que ese bufete directivo, que integran Máximo Ramón Castillo Salas, presidente; Héctor Bienvenido Dotel Matos, vicepresidente, y Mario Antonio Alba Morillo, secretario, ha entronizado el amiguismo, el nepotismo y el abultamiento exagerado de la nómina, «hecho con el único propósito de complacer personas a cambio de favores y beneficios personales.»
Añaden que un gran fallo en la labor sustantiva de la Cámara de Cuentas es que las auditorías realizadas no se discuten con los responsables de las instituciones auditadas, violando las normas de auditorías y los principios generalmente aceptados de contabilidad.
Afirman que en la gestión del actual bufete la Cámara de Cuentas ha incurrido en franca violación del programa de Reforma y Modernización suscrito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Congreso Nacional.
Entre las fallas señalan la carencia absoluta de evaluación y sometimiento a concurso para la contratación del personal ingresante.
Igualmente, promociones de personal sin una previa evaluación del desempeño, provocando desaliento entre los funcionarios, auditores y técnicos que se han esforzado y han demostrado méritos en el servicio.
Resaltan que en la Cámara de Cuentas hay cancelaciones caprichosas de empleados con alta calificación para desempeñar sus cargos.
Afirman que el actual bufete ha desatado la inquietud entre el personal del organismo porque no se evidencia la objetividad y la justicia y el manejo de los recursos humanos.
