CARACAS (AP).– Los internos de otras cuatro cárceles se sumaron a la huelga de hambre que mantienen desde comienzos de semana un grupo de presos para lograr mejoras procesales y el respeto a sus derechos humanos, con lo que la cifra de penales en protesta se elevó a dieciséis, declaró ayer, jueves, una oficial.

Según estimaciones de la organización humanitaria Observatorio Venezolano de Prisiones, la población penal de las 16 cárceles que están en huelga alcanza a 10.000 personas.

«Son dieciséis las cárceles en huelga’’, dijo ayer, jueves, la directora general de derechos humanos del Ministerio del Interior, Mayerling Rojas.

Los reclusos de los penales de Duaca, en el estado central de Lara; La Pica, en estado oriental de Monagas; Vista Hermosa, en el estado suroriental de Bolívar, y San Juan de los Morros, en el estado central de Guárico, se sumaron el jueves a la protesta que ya alcanza a más de la mitad de las cárceles del país.

Rojas dijo a la AP que el gobierno está en conversación permanente con los presos y que están actuando como mediadores para lograr un arreglo que ponga fin a la huelga que cumplió el jueves cuatro días.

La directora indicó que las autoridades se reunirán en las próximas horas con los negociaciadores para formalizarles un conjunto de propuestas que contemplan la «derogación’’ de un artículo que regula la libertad provisional; la intervención de un centro donde se realizan los exámenes psicosociales, y la contratación de más jueces itinerantes para acelerar los procesos.

«Si ellos aceptan ese planteamiento que nosotros estamos haciendo obviamente se hace el levantamiento de la huelga y nosotros nos comprometemos a cumplir con esa cosas’’, agregó Rojas.

El rostro lloroso Gladys Domínguez, una humilde ama de casa de 55 años, no podía ocultar el jueves la preocupación que le genera que su hijo menor, Danny Di Nicola, de 32 años, quien ha cumplido el jueves cuatro días de huelga de hambre en el retén capitalino de La Planta, un centro diseñado para 400 internos y donde conviven 1.119 presos.

Desde las afueras del penal, Domínguez aguardaba, junto con otros familiares de reclusos, por alguna información sobre el estado de salud de su hijo.

«Lo que están haciendo para aguantar la huelga es tomar agua con azúcar y dormir. Duermen mucho para que no les de hambre’’, dijo Elvia Vergara, una comerciante informal de 38 años, cuyo hijo mayor de 19 años también está detenido en La Planta.

«Eso no es para un ser humano. Allí hay ratas, hay moscas, sucio adentro en los pasillos. Eso es horrible allá adentro’’, refirió María Gaspar, una ama de casa de 41 años, visiblemente angustiada por la situación de su hijo de 19 años, quien está preso en el penal capitalino desde hace tres meses.

Gaspar confesó que desde el amanecer se apostó a las afueras de la cárcel «esperando a ver si el guardia se descuida para lanzarles unos caramelos, pero no nos dejan’’.

«Yo puedo aguantar aquí afuera las horas que sean. Ese es el apoyo que le estoy dando a mi hijo y a sus compañeros’’, agregó Gaspar.

En Venezuela hay 30 cárceles construidas para alojar a 15.000 internos.

El coordinador del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, indicó que la población penal del país alcanza 18.701 personas, de las cuales sólo 43% han recibido condena.

Prado precisó que en lo que va del año han fallecido unos 150 reclusos y otros 350 han resultado heridos por armas de fuego, objetos punzantes y granadas en las cárceles venezolanas, que son consideradas una de las más violentas del continente.