Reos deponen motín Brasil

Reos deponen motín Brasil

SAO PAULO (AP).- Un grupo de presos puso fin ayer a su alzamiento en una cárcel brasileña y liberaron a los 207 rehenes que tenían en su poder.  El episodio concluyó al satisfacer las autoridades la demanda de los presos de trasladar de vuelta a uno de sus cabecillas desde otra prisión.

Armados con chuzos, los reclusos comenzaron el motín durante las horas de visita dominicales en el reclusorio estatal de Urso Branco, en la capital del estado de Rondonia, Porto Velho, a 2.500 kilómetros al noroeste de Sao Paulo.

Las 190 mujeres y 17 hombres hechos rehenes eran familiares de los reclusos.

«Se terminó’’, dijo el director del Departamento Estatal de Seguridad Pública, Renato Eduardo de Souza, en una entrevista telefónica. «Los reclusos han liberado a los rehenes y nadie resultó herido. Nadie murió’’.

Sobre la afirmación de los amotinados de que mataron a 16 reclusos durante el motín, De Souza dijo que «fue solamente una bravata para intimidarnos’’.

El vocero de la policía estatal de Rondonia, Lenilson Guedes, dijo que las autoridades superaron el estancamiento en las negociaciones al acceder al regreso del líder carcelario Edinildo Paula de Souza, transferido a otra prisión la semana pasada, antes de que los rehenes fueran liberados.

Posteriormente, los reclusos regresaron a sus celdas y liberaron a sus rehenes, indicó. Otras demanda, que las autoridades se negaron a satisfacer, fue el cese de Amadeu Sikorski, el fiscal que ordenó la transferencia de Paula de Souza.

Las autoridades accedieron al regreso del pandillero Edinildo Paula de Souza, que habían transferido a otra prisión la semana pasada, pero insistieron que los rehenes debían ser liberados previamente. Los amotinados respondieron que liberarían a los rehenes cuando volviera Paula de Souza.

Paula de Souza escapó de Urso Branco el 24 de noviembre por medio de un túnel que había excavado en la huerta de la prisión. Fue capturado el 21 de diciembre y enviado al día siguiente al reclusorio de Nova Mamore, a unos 300 kilómetros de Urso Branco.

El motín concluyó cuando las autoridades acordaron reemplazar al alcaide, otorgaron a los presos el derecho de ser visitados por sus hijos menores, proporcionarles más espacios recreativos y proporcionarles más visitas al dentista.

En el 2002, la policía mató a 26 reclusos para aplastar un motín en la misma prisión.

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