Reos salvadoreños se cosen la boca

Reos salvadoreños se cosen la boca

SAN SALVADOR (AFP).- La crisis carcelaria en El Salvador amenazaba con agudizarse este viernes, luego que varios reos del centro penal de Chalatenango, 72 km al norte de la capital, se cosieran la boca, en rechazo a las restricciones impuestas por las autoridades a la visita familiar, informaron distintas fuentes.

   «Estamos ante un agravamiento de la crisis carcelaria en el país, los reos  se cosieron la boca en el penal de Chalatenango, para expresar su inconformidad», declaró a la AFP la procuradora para la defensa de los derechos humanos, Beatrice Alamanni.

   Sin embargo, Alamanni dijo que lograron convencer a los reos para que depusieran esa actitud la noche del jueves.

   Para la procuradora las medidas que se han tomado en los penales «recuerdan mucho los campos de concentración del período pasado» y son «un retroceso de la ley penitenciaria, pero sobre todo de la Constitución»

   La crisis carcelaria comenzó el 25 de febrero, cuando entraron en vigencia nuevas disposiciones del director de Centros Penales, Aztor Escalante, que limitan a dos horas la visita de los familiares de reclusos, con el fin de prevenir que los utilicen para realizar protestas, como ocurrió a principios de febrero.

   Además, las visitas que se realizaban dos días a la semana se distribuirán a lo largo de la semana, y cada recluso tendrá derecho a ser visitado por 10 familiares, por orden alfabético y debidamente registrados con una ficha con foto.

   Las medidas incluyen restricciones a la visita de los niños a sus padres o madres que están presos, sin un documento que compruebe que son sus hijos.

   Esa disposición que limita el derecho de los niños a ver sus padres fue calificada por la procuradora como «una medida salvaje, totalmente irrespetuosa de los derechos humanos y de los principios constitucionales».

   Las nuevas disposiciones carcelarias, han provocado protestas sostenidas de los reclusos que han incluido huelgas de hambre en la mayoría de los 21 presidios del país y según la defensora de los derechos Humanos «todos los reos y sus familiares, piden fuertemente el retiro del director de Centros Penales de su cargo».

   «Yo creo que el problema penitenciario se está agravando cada día más, sin resolverse, sin hacer nada en absoluto el Estado para ver lo que es el fondo de la cuestión, llegando a extremos que podrían ser sumamente delicados para la tranquilidad de todos los ciudadanos», enfatizó Alamanni.

   La Procuradora indicó que «las medidas impulsadas por el señor director general de Centros Penales, tal y como han sido dictadas y aplicadas, son violatorias de Derechos Humanos, entre ellos derechos de la niñez, por lo que deben ser revisadas a la brevedad posible para una restitución inmediata de los derechos violados».

   Alamanni recomendó a la jefatura de penales «modificar las instrucciones giradas a su personal, dictando, dentro de sus potestades legales, medidas que compatibilicen el derecho del niño y la niña a mantener relaciones con sus padres y a no ser separado de ellos en forma arbitraria».

   Al llamado de la procuradora para solucionar en el corto plazo la crisis carcelaria, se sumó este viernes la Comisión de Derechos Humanos (CDHES).

   «Es urgente que se solucione el problema carcelario, no se puede echar más leña al fuego», comentó a la AFP el coordinador de la CDHES Miguel Montenegro.

   Las 21 cárceles salvadoreñas tenían hasta el 7 de febrero pasado, una población de 12.099, aunque la capacidad instalada es para 7.572.

   A los problemas de hacinamiento se suma la lentitud en la administración de justicia, pues sólo 7.904 de los privados de libertad tienen condena, según cifras oficiales.

 

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