–Pirulo, quiero contarle algo que me refirió mi abuelo Zenobio hace un montón de años. A él lo llevaron siendo niño a una peregrinación a la catedral de Burgos. Su madre era devota de Santa Tecla. Ella le puso el nombre de Zenobio porque nació el 25 de mayo, día de la fiesta de ese santo, obispo de Florencia, predicador predilecto de San Ambrosio. Mi abuelo conoció entonces el queso de Burgos y la tumba del Cid Campeador. Él hizo que yo me aficionara a esa clase de queso. Al venir a esta tierra busqué quesos blancos cremosos que se parecieran al de Burgos.

–En la tumba del Cid hay un epitafio en latín donde se afirma que dentro de ese héroe medieval había tanta honra, que a cada ciudadano le toca un poco de ella. Los castellanos de la antigüedad creían que era posible repartir las virtudes de un hombre excepcional. Suponían que los buenos ejemplos serían imitados por los mortales comunes. Aquel vejete inteligente me decía que era más fácil que “cundieran los malos ejemplos”. Esto viene a cuento porque al encontrar en tu taller esos sujetos raros, que tu supones de mala vida, me vino a la cabeza mi sabio abuelo Zenobio.

–Y es que la maldad no descansa, pues el malvado goza más si consigue mil pesos con trampas que si gana tres mil con un trabajo honrado. Además, el bandolero exhibe su riqueza mal habida con orgullo. ¡Ha burlado a toda la comunidad! La falta de empleos incita a los pobres a aprovecharse de cualquier oportunidad para ganar dinero. El riesgo de muerte o de escándalo no los inhibe. Por eso la deshonra también puede repartirse en una sociedad.

–Padre, los papeles de la campana tienen muy claro su peso en kilos. El travesaño puede resistir mucho más carga y aguantar el movimiento del badajo. Es un perfil del acero demasiado grueso. Lo soldé para amarrar la cabeza de la torreta. Puedo subirla con la polea que se usa en el taller para sacar motores de vehículos. No habrá ningún problema: la anclaré fácilmente y sin peligro. –Pirulo, tu serás de las personas que conocerán los toques de movilización barrial.