Hoy 
POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- Un grupo de deportados de los Estados Unidos montaron frente al monumento de Santiago una manifestación de protesta y de repudio contra la persecución, el terror, la discriminación racial y la violación de los derechos humanos a que son sometidos y se defendieron alegando que no todos los que destierran están implicados en drogas, robos y violencia.
José Manuel Montesinos, portavoz de los deportados dijo que en Estados Unidos el tráfico de drogas no es un crimen, sino un delito, al tiempo que criticaron la ley del ex gobernador Nelson Rockefeller del 1973 y critica que allí sólo caen presos los hispanos y los afroamericanos.
Indicó que aquellos que poseen dinero para entrar drogas a los Estados Unidos no caen presos porque el pez gordo se traga al chico. Montesinos quien se presentó junto a un grupo de deportados frente al monumento a los héroes de la Restauración se ató con una cadena y marchó dentro de una jaula, de donde leyó su proclama.
El grupo era vigilado muy de cerca por miembros de la Policía.
Los deportados desfilaron desde en barrio El Ejido y recorrieron la avenida Bartolomé Colón, Calle El Sol hasta llegar al área monumental. Eran franqueados por agentes del tránsito y vigilados por dos patrulleros de la Policía.
Puso de manifiesto que la ley Nelson Rockefeller es nacida bajo el racismo en los Estados Unidos e implantada y dijo que esa legislación nos afecta en el sentido de que nuestro país no colabora con el flagelo de las drogas.
Indicó que los dominicanos que son enviados a su país no se les puede llamar deportados, porque no los son. Inmediatamente se pisan la patria estos son hombres importados y las autoridades no toman en cuenta de que cuando nos llevan a Estados Unidos con un visado, nos llevan hombres intachables y hombres saludables a los peores trabajos de los Estados Unidos, dijo.
Además, los deportados compartieron la idea de monseñor Agripino Núñez Collado al que llamaron hombre pueblo cuando propuso que un organismo especializado de seguimiento a los dominicanos que son devueltos a su país.
Asimismo, protestaron por el terror, la separación de individuos de su familia, el racismo, la discriminación y el trauma que dejan estas torturas psíquicas entre los hispanos y afroamericanos que viven en los Estados Unidos.
