Bladimir Lantigua Balderas era un joven de 22 años, estudiante de término en Ciencias de Educación del recinto UASD de SFM, abatido por un tiro, el dos de este mes, cuando observaba el discurrir de una marcha de protesta por grupos de jóvenes, que no solo debe impedir repetirse, sino que cruzamos los dedos porque no evolucione a circunstancias indeseables.
Oportuno es recordar el caso de Mohamed Bouazizi, el buhonero que fue despojado por la policía de sus chucherías y su tarjeta de ahorros en Ciudad de Túnez, y en protesta procedió a inmolarse como los bonzos budistas durante la dictadura de Ngo Din Dien en Vietnam, el 17-12-10, pereciendo diez días después, el 04-01-11 como consecuencia de las graves quemaduras que se infligió.
Un tsunami de protestas siguieron a la inmolación de Mohamed Bouazizi que sacudieron al gobierno despótico de Abidine Ben Alí, obligándolo a renunciar el poder y huir de Túnez el 14-01-17.
El vocero policial general Nelson Rosario, declaró a los medios que Bladimir Lanigua Balderas falleció por un tiro de una escopeta chagón, fabricación casera, versión que deberá establecerse definitivamente para identificar la verdad del hecho, el tipo de arma, y quién disparó a mansalva al joven Bladimir Lantigua Balderas.
Las protestas que se escenifican en SFM, idéntica a los de otros escenarios, se producen al conjuro de requerimientos comunitarios por minucias, como asfaltado de calles, carreteras y caminos vecinales, acueductos, apagones prolongados, agua, elementales para sobrellevar la cotidianidad ciudadana.
En torno a los reclamos del crimen de Bladimir Lantigua Balderas, célula del Felabel, Falpo y el MPD, hay reclamos de clarificar el hecho de sangre de un dirigente de izquierda, que es de presumir, no reedite la purga contra los dirigentes de izquierda de los Doce Años.