REPORTAJE
“Piratas”  contaminan
turismo en Samaná

<STRONG>REPORTAJE<BR></STRONG>“Piratas”  contaminan <BR>turismo en Samaná

Samaná. Dos ingredientes perjudican el turismo de cruceros y el ecoturismo que se desarrolla en esta región: La primera es la incursión de “piratas”,  estafadores y timadores  que venden falsas excursiones y, la segunda,  el trabajo infantil,  agravado por la ausencia de los menores de las escuelas para ganar dinero en actividades turísticas.

Como complemento, propietarios de lanchas y de barcos sin permiso y sin licencias incursionan en el transporte marítimo de turistas. Esta última situación ocurre frecuentemente en la época de observación de ballenas, de enero a marzo.

La maniobra fraudulenta de los  “piratas” es una actividad  muy lucrativa, por lo que es frecuente  en todos los lugares visitados por turistas.  Estos estafadores venden “paquetes turísticos” a través de compañías fantasmas, legalmente inexistentes, que no pagan impuestos ni son reguladas. Las estafas derivan protestas en los timados que, irascibles, manifiestan sus quejas y  críticas mediante  ácidos comentarios en las redes sociales.

Se lanzan verdaderos misiles verbales que, obviamente, afectan la imagen de la actividad turística del país.

Nadín Peguero Bezi, un empresario dedicado a esta misma actividad, dice  que  está consciente de esa situación: “Eso le hace mucho daño al turismo de Samaná. Las autoridades deben enfrentar (esto) con energía y decisión”. Algunos estafadores sorprendidos,  han sido apresados y entregados a las autoridades, pero recobran la libertad por la mediación de “políticos influyentes”.

Peguero Bezi preside la Asociación de Dueños de Barcos de la Bahía de Samaná,  que agrupa a 56 miembros y 72 embarcaciones.

Habla sin pelos en la lengua: “En todos los puntos turísticos de aquí hay un desorden mayúsculo. Tenemos vendedores ilegales,  piratas vendiendo excursiones, niños pidiendo, molestando a los turistas los días de crucero. A eso hay que ponerle fin, si queremos desarrollar el turismo en Samaná”.

Los turistas que llegan en cruceros escogen distintos destinos, por lo que  dejan beneficios directos.

Esa ocasión es aprovechada por guías, dueños de embarcaciones, taxistas, vendedores,  motoconchistas, dueños de tiendas de artesanías, vendedores ambulantes y de refrigerios, y niños pedigüeños que acosan a los visitantes. Todos quieren “picar” el peso.

“Lo que ocurre es (que) cuando viene un crucero, el que tiene un carro quiere ser taxista, el que tiene un motor quiere ser motoconcho,  el que no tiene nada que hacer manda los hijos a pedirle a los turistas, ¿entiende?. Eso es preocupante, porque va en detrimento de la imagen de nuestro país”.

Según Nadín Peguero, cientos de niños dejan de ir a la escuela para acompañar a los turistas en sus excursiones a los saltos de agua dulce y a otros lugares  turísticos de Samaná. “Ellos tumban cocos, se lanzan desde  un árbol al agua y luego, quieren obligar al turista a que le dé dinero”. 

“Otros casos más graves de drogas y prostitución nos afectan notablemente, como es el caso de Playa Anadel, donde  padecemos el problema día a día en carne propia.  Esta denuncia la hacemos responsablemente.  Igualmente nos preocupa la gran cantidad de embarcaciones que trabajan ilegalmente, muchas de las cuales no tienen matrículas ni seguro ni autorización ni tienen salvavidas y carecen de equipos de navegación. Trabajan a diario y las autoridades no toman cartas en el asunto”.  Nadín refirió que Turismo trata de corregir la situación.

El empresario comentó que Samaná “tiene que verse en el espejo de Puerto Plata, donde se generaron conflictos que pudieron resolverse sin mayores complicaciones y no lo hicieron, y entonces perdieron los cruceros, perdieron todo el turismo. Este destino ha ido ascendiendo. Los ojos están puestos en Samaná. Pero, si no cuidamos lo que tenemos,  vamos a perder el turismo”.

Inconformidad. Doña  Anadeliza Díaz Bezi, administradora de la tienda de artesanía “San Miguel”, ubicada frente al Malecón, se queja de la discriminación: “El turismo no se ha desarrollado aquí en Samaná porque hay una total indiferencia por parte de las autoridades de la provincia, llámese gobernador, síndico, Policía Turística que, en cierto modo, se han confabulado con los propietarios de grandes hoteles para perjudicar a los pequeños comerciantes que vivimos de esta actividad. Exigimos que se deje caminar al turista, y que compren donde quiera.

Cuando llegan los turistas en cruceros, les entregan un mapa y los guían  a Pueblito Príncipe, donde el precio de las mercancías es el triple, comparado con el de otros negocios. Otro problema son los guías, que pronuncian mal el inglés. Tienen una pronunciación horrible y  dicen disparates a los turistas. Cobran caro y no tienen idea de la historia ni de las costumbres y los lugares históricos de   Samaná. Otra cosa ocurre con  muchos taxistas, que explotan con los precios. Los policías turísticos chantajean a los vendedores ambulantes y a los niños que venden caracoles, agua y refrescos.

Si queremos que el turismo se desarrolle en Samaná, las autoridades deben permitir que caminen con libertad, de forma que sea un turismo para todos. No matemos la gallina de los huevos de oro”.

Unificar  criterios. Matías Colombo, gerente general del hotel Gran Bahía Príncipe, aboga por la unificación de criterios,  para avivar las llamas que permitan impulsar y dinamiz  ar el desarrollo del principal renglón de la economía dominicana.

“Samaná es el lugar más hermoso e interesante del mundo, (por lo que) debemos preservarlo como destino. Cada año vienen más turistas, y la mejor muestra es que nosotros cerramos en septiembre pasado con una ocupación de un 81%. Pocos hoteles en el país pueden darse ese lujo, porque ese fue un mes de recepción”.

En Samaná se han hecho las mejoras necesarias de viabilidad para que el cliente llegue de manera cómoda.  Tenemos aeropuertos y una carretera que nos conecta en dos horas con el aeropuerto  Las Américas. Necesitamos más promoción. Hay que promover a Samaná como destino. Es necesario inyectarle una dosis de publicidad a este polo, enfocándonos en la observación de ballenas jorobadas y en las espectaculares vistas que tenemos.

Definitivamente, hay que unificar criterios para superar las dificultades. Creo que el Ministerio de Turismo, la Gobernación y la sindicatura deben marcar las pautas. Pienso, además, que debemos fomentar los servicios.

El sector privado puede aportar mucho, y como ejemplo puedo asegurar que el 85 por ciento de nuestros empleados son de Samaná, y de esos, el 60 por ciento han sido formados por nosotros”.

Cara o Cruz

Doña  Anadeliza Díaz Bezi

“El turismo no se ha desarrollado aquí en Samaná porque hay una total indiferencia por parte de las autoridades.

Matías Colombo

“Samaná es el lugar más hermoso e interesante del mundo y debemos preservarlo como destino.

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