El 10 de este mes celebramos el Día Nacional del folklore.

Como ya hemos hablado en otras oportunidades, el término se aplica a todas aquellas manifestaciones que se trasmiten de generación en generación de manera espontanea y llegan a formar parte de la cultura de un país.

Vamos a hablar brevemente de una de las manifestaciones folklóricas más populares, me refiero a los pregones.

Estamos acostumbrados a oír su el canto cada día cuando pasan por nuestras casas o en las calles.

Tal y como su nombre lo indica, los pregoneros son aquellas personas con su peculiar estilo anuncian o venden en las calles. También a muchos de ellos se les conoce con el nombre de marchantes o marchantas.

Hay pregoneros de dulces, de helados, de víveres, de flores, de frutas, de productos medicinales, de efectos para el hogar, de tarjetas de llamadas telefónicas, de periódicos, de pollos, de vegetales y verduras, entre otros.

También hay quienes ofertan algún servicio, como el de plomería, reparación de calzados y reparador de sombrillas.

Algunas frases de los pregones:

Llevo la yuca agua tibia, buenas chinas, mandarinas, llevo guandules.

Gallinas, llevo gallinas, gallinas grandes, gallinas gordas, gallinas bien alimentadas.

A salir con la olla en la mano.

El sombrillero, el sombrillero.

Llevo verduras, tomates, repollo.

Llegó el que compra to los viejos: Compro camas viejas, lavadoras viejas, baterías viejas, hierro viejo, menos mujeres viejas.

Señora, llevo la pomada para la sarna, la rasquiña, el jarabe reconstituyente, llevo antibióticos.

Heladero, heladero (aunque el anuncio ya ha sido sustituido por una campanita o una música infantil).

El esquimal, el esquimal (se refiere a un helado que se llama Skymice).

Agua fría, llevo agua fría.