REPORTAJE
Recuerdan a Pedro Julio Santiago

<STRONG>REPORTAJE </STRONG><BR>Recuerdan a Pedro Julio Santiago

En menos de medio siglo, intensa vida que se interrumpió el 14 de junio de 1990, Pedro Julio Santiago Canario sobresalió como una personalidad versátil, consagrada al trabajo, la investigación histórica, el estudio, con una obra publicada y otra inédita que lo revelan incansable, innovador, prolífico, de una pluralidad impresionante.

Aunque su especialidad era la historia colonial, que estudió en la Universidad Complutense de Madrid, el activo cronista se ocupó de escribir el acontecer de casi todos los municipios del país desde la llegada de Colón hasta después del trujillato, analizó la vida de figuras del periodo republicano, dejó guiones para películas y documentales, se entrenó como   buzo para poder hacer rescates arqueológicos submarinos, incorporó a la prestigiosa Enciclopedia Grolier, de Nueva York, nueve mil palabras sobre historia de España, instaló museos, sobre todo el de las Casas Reales, “que fue su vida”.

Catedrático en casi todas las universidades nacionales, fue conferencista de la mayoría de los congresos culturales del país, actuó como jurado en numerosos concursos históricos, literarios y hasta de pintura y coordinó y asesoró innumerables proyectos urbanísticos y de restauración arquitectónica.

En la casa donde residió está el reflejo de su existencia fructífera. Eulalia Flores, su compañera, y Pedro Julio, el hijo que procrearon, se han encargado de conservar el acervo privado del historiador que desde niño demostró singular pasión por hurgar en el ayer  y que al retornar a la República, en 1971, se convirtió en el intelectual joven de mayor demanda en las instituciones dedicadas a la promoción de la cultura.

En este aniversario de su fallecimiento, la Academia Dominicana de la Historia rendirá un homenaje póstumo a su memoria con los testimonios de Manuel García Arévalo, Vilma Benzo de Ferrer, Eugenio Pérez Montás y César Iván Féris, el día 23 de este mes.

“Él era enfermo con el estudio pero los museos fueron su obra. Vino lleno de innovaciones, aportó, transformó, adoptó técnicas europeas a lo que debía ser el museo en América, logró hacer una fusión”, expresa Eulalia mostrando el rico acopio del galardonado esposo que también se adentró en numismática y heráldica y cuyos mayores aportes fueron en la cartografía.

Solo o en colaboración con otros autores, Pedro Julio publicó libros sin los cuales es prácticamente imposible escribir o estudiar esa materia, como Mapas y planos de Santo Domingo, Guía monumental de Santo Domingo Colonial, La Isla de Santo Domingo, Mapas y planos. Además: Exposición de mapas y planos, Mapa de la Isla Española o Santo Domingo, siglos XV al XVIII, Mapas y planos antiguos  y modernos de Santo Domingo (inédito).

De otros temas escribió Los orígenes del poblado de San Carlos de Tenerife y la Historia de San Lorenzo de Los Minas (inéditos), Armas y genealogía de Bastidas, La moneda colonial de La Española, El escudo de armas de la ciudad de Santiago, El escudo de armas de la Villa de Santo Domingo, La Isabela, noticias y documentos e incontables trabajos sobre Puerto Plata, La Vega, y otros que figuran en Casas Reales, boletín que dirigió y del que fue editor.

Sus publicaciones en general llenan más de dos páginas del voluminoso curriculum del también paleógrafo, ex director del Museo Nacional de Historia y Geografía, del Archivo General de la Nación y subdirector del Museo de las Casas Reales.

Se complementaban. “La calma y serenidad de él, yo las necesitaba, y él de mí el entusiasmo, el arrojo”, comenta la dama.

Pese a que una empresa privada adquirió y donó la biblioteca del inquieto investigador al Museo de Historia y Geografía, Eulalia quedó con “lo que entendí era su propiedad intelectual”, dice mostrando un valioso archivo de recortes de periódicos encuadernados, fichas, borradores, conferencias, apuntes, notas, biografías, videos, historia antigua y reciente.

Por sus variados méritos y aportes, el nombre y la foto de Pedro Julio aparecen en Discovery Channel, y en la memoria de Eulalia han quedado grabadas las palabras de monseñor Rafael Bello Peguero que pronunció el panegírico, afirmando que no sólo la sociedad debe reconocer a Pedro Julio sino también la Iglesia Católica “porque él era el único que leía y traducía en latín y griego documentos muy antiguos”.

Una sala del Museo de Historia y Geografía lleva el nombre de Pedro Julio Santiago “y nosotros, su familia, no hemos permitido que muera dos veces”, significa Eulalia, agradeciendo que los dominicanos “le han devuelto, recordándolo, todo lo que él dio en vida”.

El protagonista

Pedro Julio

Ser humano

Nació en San Carlos el 16 de febrero de 1944, hijo de Pedro Julio Santiago Alfonseca y Álfida Canario. Estudió en los colegios La Milagrosa, Santo Tomás de Aquino y Juan Pablo Duarte. Luego de obtener licenciatura en filosofía y letras realizó cursos monográficos de historiografía en la Universidad Complutense de Madrid de donde egresó con especialidad en Historia de América.

 De su primer matrimonio en España es su hija Laura Patricia Santiago Subero.

Eulalia, socióloga de la segunda promoción de la UASD, estudió con él la secundaria y continuó su amistad más allá de la escuela por la relación existente entre las madres de una y otro. Él vivía frente al Convento de los Dominicos y ella en San Juan Bosco. Ambos contrajeron nupcias por separado, se divorciaron, se reencontraron en Santo Domingo en 1978 y casaron el 26 de febrero de 1987.

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