Reportaje
Balaguer usó poder y trapisondas
para forzar  sumisión del Senado

<STRONG>Reportaje<BR></STRONG>Balaguer usó poder y trapisondas <BR>para forzar  sumisión del Senado

El célebre “Fallo Histórico”, mediante el cual la Junta Central Electoral (JCE) le adjudicó cuatro senadurías y una diputación al Partido Reformista, el juicio político y destitución en un solo día del síndico del Distrito Nacional  Manuel Antonio Jiménez Rodríguez (Manolín) y el sometimiento, aprobación y promulgación del Presupuesto de la nación en apenas 12 horas, tremendismo que se convirtió en costumbre en sus primeros tres períodos de Gobierno, son parte de los hechos resaltantes que perfilaron el predominio que mantuvo el presidente Joaquín Balaguer sobre el Poder Legislativo y, sobre todo, del Senado de la República.

 Como una reconfirmación del control del líder reformista sobre el Congreso sobresale, por inexplicable, el reconocimiento que le tributó el Senado, presidido en 1997 por Amable Aristy Castro, a través de una resolución que lo declaró  “Propulsor de la Democracia”.

Juicio político. Uno de los considerando de la resolución del Senado que destituyó en el año 1972 a Manolín Jiménez le atribuye al ejecutivo municipal faltas graves en el ejercicio de sus funciones e intentos conspirativos mediante contactos con militares.

Antecedentes. Tras la decapitación de la tiranía de Trujillo, en la que ocupó, como títere, la primera magistratura del Estado en 1961, Balaguer entra a la  etapa democrática del país con la fundación del entonces Partido Reformista (PR), a través del cual obtuvo en 1966 un triunfo electoral muy cuestionado que lo llevó a la Presidencia.

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y su candidato presidencial, profesor Juan Bosch, argumentaron, no sin razón, que habían sido víctimas de un fraude colosal, lo que dio a Balaguer el control de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

El PRD no concurrió a las elecciones de 1970 presionado por la represión desatada por el Gobierno y para el certamen del 1974 el partido blanco formó el Acuerdo de Santiago, que llevó al hacendado Antonio Guzmán como candidato presidencial, y a Elías Wessin y Wessin a la vicepresidencia, pero de nuevo se vio forzado a retirarse en razón de que los militares, blandiendo fusiles con banderas coloradas en sus cañones, reprimían sus caminatas y concentraciones por todo el país.

Contexto.  Sobre las causas del retiro del Acuerdo de Santiago en esta coyuntura, el antiguo dirigente perredeísta y gobernador de San Juan durante el Gobierno del profesor Bosch en 1963, Manuel de Jesús –Chicho- Lapaix, alega que el motivo fue el contexto nacional y externo desfavorable, como fue el Gobierno de Richard Nixon, que motorizó o respaldó golpes de Estado en Chile, Argentina, Uruguay y Ecuador.

Por igual, sostiene el político, la cúpula militar que rodeaba al doctor Balaguer tampoco le habría entregado el poder al perredeísta Antonio Guzmán en 1974.

Fallo Histórico. Así, Balaguer mantiene el control total del Senado desde  1966 hasta  1982, ya que, aunque en el 1978 el PRD, con la fórmula Guzmán-Jacobo Majluta ganó las elecciones, el poder político y militar se impuso para determinar que la JCE le otorgara cuatro senadores y un diputado al PR y al presidente saliente.

Esa vez, al computarse el 25 por ciento de los votos, la fórmula electoral del PRD llevaba una gran ventaja que la convertía en la virtual ganadora de los comicios, pero un grupo de militares interrumpió el conteo de los sufragios y desmanteló el equipo de transmisión del escrutinio

Como este hecho revelaba un golpe de Estado,  la comunidad internacional intervino y, particularmente, las presiones de los presidentes Jimmy Carter, de los Estados Unidos; y Carlos Andrés Pérez, de Venezuela, forzaron al presidente Balaguer a que aceptara la derrota.

Sin embargo, para abandonar el poder y terminar la crisis Balaguer y su cúpula militar manejaron la JCE de manera que emitiera el conocido “Fallo Histórico” que dejó en sus manos el control del Senado.

¿Represalias? Durante sus 22 años de Gobierno, Balaguer recurrió a todo tipo de recursos, mañas y trapisondas para controlar la cámara alta, lo cual hacía, según sus críticos, para evitar represalias posteriores a sus mandatos, como sería un eventual juicio político por parte del Congreso controlado por sus adversarios.

Aplastante. El director Legislativo del Senado, doctor Paris Goico, recuerda el manejo dado al proyecto de Presupuesto de la nación durante el Gobierno de los 12 años del doctor Balaguer, cuando ese importante instrumento  era sometido en horas de la mañana, los senadores lo aprobaban de inmediato, a las 2:00 de la tarde los diputados hacían lo propio y lo remitían al presidente Balaguer, quien lo promulgaba en la noche.

En ese mismo orden, Goico, quien lleva 45 años como funcionario del Senado, recuerda, en forma jocosa, expresiones del doctor Adriano Uribe Silva, presidente de ese organismo  por casi 10 años, en el sentido de que “a los legisladores de la oposición se les escucha, pero se les rechazan sus iniciativas”.

Reformas. La primera reforma a la Constitución la produjo Balaguer en el 1966 para  restablecer la reelección presidencial y consignar la celebración de elecciones municipales cada dos años. La segunda se la impusieron en  1994 para limitarle el período a dos años, luego de un proceso fraudulento, en razón de las trampas e irregularidades alarmantes que alegó la oposición en el certamen y que Balaguer, abrumado por las quejas y presiones, aceptó a regañadientes.

En esta reforma se prohibió la reelección presidencial inmediata y se separaron las elecciones presidenciales de las congresuales y municipales.

 Además, se estableció que para ganar las elecciones presidenciales era necesario alcanzar el 50 por ciento más uno de los votos emitidos y se creó el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).

Primera reforma

La primera reforma a la Constitución la produjo Balaguer durante el primer año de su primer Gobierno, en 1966, a  fin de restablecer la reelección presidencial y consignar la celebración de elecciones municipales cada dos años.

Segunda

La segunda enmienda a la Carta Magna le fue impuesta al líder reformista en 1994 para limitarle este período a dos años, en razón de los fraudes e irregularidades alarmantes que alegó la oposición en el certamen y que Balaguer, abrumado por las presiones, aceptó a regañadientes. En esta reforma se prohibió la reelección presidencial inmediata y se separaron las elecciones presidenciales de las congresuales y municipales.

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