EL CEDRO, Miches.- Un asentamiento indígena en la zona de amortiguamiento de Laguna Redonda,  donde aparentemente han ocurrido saqueos arqueológicos, ha despertado el interés de   investigadores y arqueólogos.

Las piezas encontradas son de la cultura ostionoide, un pueblo agricultor con un nivel  cultural muy elevado que migró hasta aquí.

El hallazgo fue notificado por el arqueólogo español  Adolfo López, quien ofreció detalles preliminares a la comunidad de Miches en la segunda vista pública sobre el proyecto inmobiliario “Tropicalia”, que ejecutará la Fundación Cisneros en tres etapas, con una inversión global de dos millones de dólares. La generación de empleos ha sido calculada en una primera fase en 3,000, y a veinte años, en 14,000.

López explicó que el asentamiento de los ostionoides, que se remonta a los años 700 después de Cristo, puede ser uno de los primeros de la isla, aunque todavía no se han realizado excavaciones ni se han hecho pruebas científicas con dataciones de carbono 14 que permitan comprobar que  las migraciones llegaron antes, probablemente en los años 400, procedentes de Puerto Rico.

Entre las piezas rescatadas hay cerámica, hachas, fotutos y grandes escamas y espinas de pescado.

Actualmente, el lugar del hallazgo es utilizado como muelle natural por pescadores de Laguna Redonda, en el Distrito Municipal de El Cedro, en Miches, un cuerpo de agua salada  rico en biodiversidad.

El acceso al mar es a través del Caño Celedonio, y fue  utilizado por los indígenas que se asentaron en el lugar.

Otras áreas relacionadas con la cultura ostionoide son las ubicadas a varios  kilómetros del lugar del hallazgo, en la desembocadura del río Nisibon y en Macao, otro asentamiento indígena. En la orilla de Laguna Limón ha sido localizado un muro de conchas acumuladas por los taínos. La cultura ostionoide evolucionó hacia lo que se conoce como el taino clásico.

“Estamos en presencia de un patrón de asentamientos de uno de los pueblos que forjaron la cultura taína, y de la cual la población dominicana tiene alrededor del 16 al 20% de herencia genética directa”, comentó López.

Según el arqueólogo, “en el asentamiento hemos encontrado, en superficie, montones de conchas, de espinas de peces de mar muy grandes, realmente grandes, y hemos hallado restos de cerámicas y de hachas pulidas”.

Todavía no han realizado excavaciones en el área, aunque hay indicios de que se han producido saqueos esporádicos. Hasta la fecha, López y su equipo de trabajo han realizado rastreo arqueológico en superficie. Para excavar, es necesaria una autorización del Museo del Hombre Dominicano y de las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

El asentamiento está ubicado a unos 300 metros de los límites de propiedad de la familia Cisneros. López adelantó que la Fundación que ejecutará el proyecto turístico Tropicalia decidió realizar un estudio arqueológico de la zona para evitar que las edificaciones hoteleras tengan un  impacto negativo en los recursos culturales existentes.

“Tropicalia está muy interesada en que se recupere todo  el patrimonio cultural del área”, puntualizó López.

Desarrollo hotelero. Miches ha puesto los ojos en Tropicalia,   un desarrollo hotelero e inmobiliario de muy baja densidad, según lo describen ejecutivos de la Fundación Cisneros, quienes aseguran que el mismo tendrá un impacto ambiental muy bajo en la naturaleza del entorno.

Otro aspecto interesante es que el diseño de este  proyecto ha sido ajustado y adaptado para potenciar la belleza natural del área de influencia, mejorar el nivel de vida de las poblaciones aledañas y minimizar los posibles impactos negativos en la zona.

Parte de las edificaciones  estarán  cerca de Playa Esmeralda, una de las más hermosas del Caribe, y entre la falda de Montaña Redonda y Laguna Redonda. 

“Con respecto al área de desarrollo inicial, se ha determinado que la mayor afectación ocurrirá en zonas ya alteradas por la acción humana, en el sembradío comercial existente y en el área de pastizales, respetando íntegramente la zona protegida, la franja costera, los cursos de agua, los humedales, los manglares y los remanentes de bosque aún existentes. No producirá afectación significativa sobre ningún otro ecosistema especial”, precisa la Fundación Cisneros. 

La zona protegida Refugio de Vida Silvestre Lagunas Redonda y Limón está fuera del área del área de desarrollo del proyecto Tropicalia, por lo que  no las afectará negativamente en absoluto, pues “se respeta escrupulosamente la legislación ambiental vigente y el uso de suelo aprobado por las autoridades competentes”.

Refieren, además, que el sistema hidrológico de la zona se mantendrá inalterado, dado que en la primera fase del proyecto se perforarán pozos profundos en lugares determinados por los hidrólogos como acuíferos independientes del de la Laguna Redonda.

Según informan ejecutivos de la Fundación, en los terrenos del proyecto no se harán construcciones en la zona de playas que afecten de manera negativa  la zona costera marina o a las dunas. Además, en todas las áreas del proyecto inmobiliario se aplicarán mediadas ambientales en las operaciones, para garantizar la sostenibilidad del desarrollo turístico en la zona,   generando un esquema moderno de trabajo, acorde con los más avanzados sistemas de protección del medio ambiente.

“Se prevén actuaciones a nivel proyecto y a nivel regional, siempre en coordinación con el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que permitan la implementación de planes y programas de apoyo a la conservación de las áreas naturales sensibles, teniendo como prioridad la integración de las comunidades en todas las iniciativas”. 

Las claves

Área Protegida de

las Lagunas

Redonda y Limón

• La Ley No. 67 del 8 de noviembre de 1974 crea el Sistema Nacional de las Áreas Protegidas.

• El Decreto 1315, del 11 de agosto de 1983,  crea la Reserva Natural Estricta. Se incluyó un perímetro de 107.74 kilómetros cuadrados y 16 comunidades para proteger las lagunas Redonda y Limón, que tienen una longitud de cinco kilómetros cuadrados la primera, y doce kilómetros cuadrados la segunda.  La sugerencia, según Conatura-Miches, fue hecha al gobierno  de turno por el técnico Eleuterio Martínez.

• El Decreto 309-95, del 31 de diciembre de 1995,  que mantiene la categoría genérica de Reserva Natural Estricta.

• El Decreto 319-97, del 22 de julio 1997,  reordena el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

• El Decreto 386-97, del 4 de septiembre de 1997,  incorpora a Conatura-Miches.

• El Decreto 14-99, del 12 de enero de 1999,  delimita el Parque Nacional Lagunas Redonda y Limón y  crea  la Junta Rectora de esa área protegida, con la co-participación de Conatura-Miches.

• La Ley 201, del 24 de diciembre de 1999, autoriza el reordenamiento del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y establece los nuevos límites del Parque Nacional Lagunas Redonda y Limón.