Desde que el ex presidente Salvador Jorge Blanco sufrió una caída en su residencia, la madrugada del sábado 20 de noviembre pasado, que lo ha mantenido hasta la fecha en estado de coma profundo, sus hijos Orlando y Leticia Jorge Mera jamás han podido conciliar el sueño.
Es la prueba más difícil que han tenido en su vida, dicen, al momento de contar sus experiencias de tener a su padre en estado de coma profundo durante 30 días. Jorge Blanco permaneció en la sala de Cuidados Intensivos cerca de un mes en el Centro de Medicina Avanzada Doctor Abel González, donde se le practicaron tres cirugías en el cerebro, una traqueotomía y una pequeña operación para conectarle el tubo de alimentación. También sufrió un paro cardíaco.
No han perdido la conciencia de que la vida de su padre está en manos de Dios y que se hará su voluntad. Dicen estar preparados para aceptarla.
Hacen lo humanamente posible para que su progenitor recobre la salud.
Orlando suspira y luego sonríe para decir que han recibido noticias esperanzadoras después de tantos días de sufrimiento: el retiro del ventilador artificial, lo que le permite a su padre respirar por sí solo y la decisión de los médicos de regresarlo a su hogar.
Él interpreta esa señal como liberadora. Eso lo libera de un peso y de una responsabilidad bien grande, cuenta Orlando.
Expresa que cuando le comunicó la noticia a su hermana, ella quedó impactada. ¡No podía creerlo!
Sobre su desconexión del ventilador dice que emocionada entró a la sala de cuidados intensivos y comenzó a hablarle a su padre. Aunque Jorge Blanco no reaccionó física ni mentalmente, Leticia siente que su progenitor la escuchaba, asumiendo que el ser humano lo último que pierde es el sentido del oído.
Nosotros estamos tranquilos. Dios nos ha brindado este regalo, esta señal positiva dentro de un cuadro extremadamente grave, dijo Orlando.
En una entrevista en el tercer nivel del Centro de Medicina Avanzada Doctor Abel González, antes de Jorge Blanco ser dado de alta, Orlando y Leticia afirmaron que no quisieran ver a nadie pasar por la situación en que se encuentran.
Su mayor objetivo y deseo fueron concedidos, tener a su padre en su casa. Desde el viernes, Jorge Blanco se encuentra en su hogar en las mismas condiciones de estado de coma profundo de aquel día del accidente. Le han habilitado una habitación con todos los requerimientos clínicos indicados por los médicos. Las visitas están prohibidas.
Está en su hogar, en su ambiente, en paz, dijo su hijo Orlando Jorge Mera.
Estos días yo los describo como una montaña rusa de emociones: primero un susto, un miedo, un dolor, una tristeza… y de repente vuelve la esperanza y también la incertidumbre, expresa Leticia.
Para Orlando, la prueba por la que atraviesan les ha dado una extraordinaria lección de vida, en el sentido de ratificar que su padre es un hombre persistente, que lucha contra viento y marea y que ahora libra la mayor batalla: por su vida misma.
Jorge Blanco, quien gobernó el país durante el período 1982-1986, una vez salió del poder, el 30 de abril de 1987 fue arrestado y trasladado a la entonces cárcel preventiva del Ensanche La Fe. Fue acusado de desfalco por el gobierno de Joaquín Balaguer y condenado el 16 de noviembre de 1988 a 20 años de prisión y una multa de 100 millones de pesos. Su batalla legal culminó en septiembre de 2001 cuando el entonces presidente Hipólito Mejía retiró las acusaciones en su contra.
Para Orlando y Leticia esa fue una prueba difícil en sus vidas, pero la actual es más profunda.
Sentimientos encontrados. Leticia, combinando la incertidumbre, la cual refleja con un rostro triste, y de repente la alegría que evidencia con una sonrisa, no niega que por momentos le asalta la desesperación de querer encontrar una respuesta, la que asegura sólo la tiene Dios.
Es que ella no concibe que su padre, a pesar de su edad, 84 años, se encuentre en esa situación, cuando antes del accidente era un hombre activo, que se mantenía al tanto de lo que ocurría en el país y que abueleaba. Era quien le recogía sus hijos en el colegio. Jorge Blanco tiene 5 nietos.
Asela, la pieza clave. Orlando y Leticia coinciden en asegurar que lo mejor que ha ocurrido es que su fallecida madre Asela Mera de Jorge esté descansando y no esté viviendo estos momentos de angustia.
Su madre, de quien dicen era la pieza clave de esa mesa de cuatro patas, no hubiera resistido ver a su marido en esas condiciones. Ella lo estará viendo y protegiendo desde el cielo, afirma Leticia.
Entre suspiros y sonrisas, Orlando dice que Dios sabe por qué hace las cosas. Su padre pudo superar la ausencia de su esposa pero yo no puedo asegurar que si mi madre hubiera estado viva hoy hubiese podido soportar esta situación.
Doña Asela murió de un infarto el 14 de junio de 2007, a la edad de 78 años.
Comunicación directa. Leticia narra la comunicación directa que han mantenido con su padre. Añora la costumbre de compartir con su padre todas las mañanas una taza de café y hablar hasta de béisbol. Su padre es un fanático de las Aguilas Cibaeñas. Desde que se graduaron comparten el bufete con su padre. Los tres son abogados.
Leticia cuenta que dos días antes de su padre sufrir el accidente le informó sobre la muerte de Freddy Beras Goico y que éste, con un lamento, le manifestó que quería ir al velatorio.
A la hora de narrar anécdotas y enseñanzas de su padre, Jorge Mera dice que son interminables, no obstante, resalta como lo más importante que el poder es transitorio, que es como una sombra y que en la vida nada es permanente. Además, le ha enseñado el valor de la sencillez.
En tanto, Leticia dice que recientemente se puso a hacer un inventario sobre las tantas cosas que le ha impregnado su padre.
Agradecen a los médicos que asisten a su padre, los neurocirujanos José Joaquín Puello Herrera y Jean Carlos Hernández, así como al médico intensivista Yony Aquino. También al presidente de la República, Leonel Fernández; al presidente del Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas; al ex presidente Hipólito Mejía, a la dirigencia perredeísta y a los amigos que han apoyado a la familia en las buenas y en las malas.
ANTECEDENTES
Sufre accidente
20 de noviembre del 2010
Jorge Blanco sufre caída en su residencia, entra en coma y le practican cirugía en el cerebro. Un día después lo reintervinieron.
Otra invervención
25 de noviembre
Le practican una traqueotomía.
El corazón
30 de noviembre
Sufre paro cardíaco.
Le retiran respirador
8 de diciembre
Logra respirar por sí solo y le conectan tubo para alimentarse. 9 días después está en su hogar.