La segunda línea del Metro de Santo Domingo, que pretende atravesar la ciudad de Oeste a Noroeste, desde el municipio de Los Alcarrizos hasta la comunidad de San Luis, en la provincia Santo Domingo,  parece una obra diseñada en la bolsa de trucos de un mago. Hermetismo, evasivas y muchas interrogantes caracterizan el ambiente.

Poca información por parte de sus mentores, escasos detalles técnicos de la obra y muchaos preguntas sobre la procedencia de los recursos económicos para construir la obra. No se especifican datos de la planificación del proyecto.

La segunda línea del Metro de Santo Domingo, según las informaciones divulgadas por Diandino Peña, se extendería 22.5 kilómetros por debajo de la autopista Duarte y las avenidas John F. Kennedy, V Centenario, Padre Castellanos, San Vicente de Paúl y carretera Mella, hasta la comunidad de San Luis, al este de la ciudad.  Se adelantó que tendrá 24 estaciones soterradas.

El nuevo tramo será  siete u ocho kilómetros más largo que la línea que se construyó, que fue puesta en funcionamiento varios días, paralizada después y puesta de nuevo  a funcionar.  Teóricamente, la ruta se haría por la autopista Duarte, las avenidas John F. Kennedy, San Vicente de Paúl, Padre Castellanos (antigua 17), Quinto Centenario y  carretera Mella.

Topógrafos de la compañía Actualizaciones Tecnológicas en Construcción (Atteco), que realizan las pruebas en las avenidas marcadas para la segunda línea del metro han soportado, estoicamente, insultos y burlas de todos los calibres.

Conductores de vehículos del transporte público les gritan improperios. La impresión es que se divierten o sienten rabia insultando a quienes observan como si fueran representantes del gobierno.

Al coro de palabras que hacen sonrojar a cualquier dama, se unen ocasionalmente   algunos pasajeros,  que suelen sacar sus rostros por las ventanillas para descargar su ira y frustración.

Los técnicos que realizan los estudios de suelo no son muy conversadores. Hablan a secas cuando se les formula una pregunta.

“Nosotros no sabemos. Vaya a la oficina”, suelen responder.

Otras frases comunes son las siguientes:  “Quizás el señor Diandino pueda darle más información”; o “A lo mejor el ingeniero Leonel Carrasco le dice algo”.

En algunas oportunidades, sin embargo, se puede escuchar algún que otro detalle interesante.

“Hay zonas donde hemos excavado hoyos de hasta 500 metros de profundidad”,  respondió uno de los técnicos cuando se le preguntó sobre las condiciones del terreno  en un área debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez, en el sector Los Guandules. “Ahí abajo hay un lodo negro que apesta, que hiede al mismísimo Diablo”.

Otros técnicos responden ambiguamente: “en todo el trayecto hemos encontrado de todo, desde roca caliza hasta lodo. Pero vayan a la compañía, que allí le pueden dar más información”.

La compañía Atteco, presidida por el señor Juan Ruiz, está ubicada en la avenida República de Colombia, en el sector de Arroyo Hondo.

Esa es la empresa que, por demás, realizó los estudios de suelo para la construcción de la primera etapa del Metro.

Un detalle sui generi

La segunda línea del Metro de Santo Domingo es la única obra que  ha anunciado con bombos y platillos este gobierno fuera del país.

Se escogió como escenario a Santiago de Chile y como protagonistas y voceros a Diandino Peña y Temístocles Montás, éste último secretario de Economía, Planificación y Desarrollo.

Peña y Montás, asesorados por un grupo de “especialistas” en la construcción de metros,  difundieron a la República Dominicana las informaciones sobre la obra que planifica el gobierno. Todos hablaron en Chile para un programa de televisión que se difundió oportunamente por Color Visión.

La nota difundida por la Opret no tenía desperdicios: “En el programa, el secretario de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, afirmó que el Metro fortalecerá la identidad de la República Dominicana como obra fundamental dentro del sistema de infraestructura”.

Sergio Galilea, ex intendente del Metro de Santiago de Chile; Víctor Morales, gerente de desarrollo y proyectos de ese sistema; e Ián Thompson, ingeniero Urbanista de la capital chilena, supeditaron la eficiencia y rentabilidad de ese tipo de obras a la capacidad gerencial de los encargados de administrarla, se reseñó.

“Galilea consideró que el presidente constructor de metros debe tener coraje y que ningún gobierno populista construye ese tipo de obras porque acarrean muchas incomodidades y debe esperarse bastante tiempo para verse los resultados positivos”, decía la referida información.

Evasivas

El ingeniero Leonel Carrasco, subdirector de la Opret, no quiere tocar el tema. HOY concertó una cita con el funcionario, pero en su oficina se mostró evasivo cuando se le preguntó sobre algunos aspectos de la segunda línea del Metro de Santo Domingo.

“Yo le puedo hablar del Metro actual, no de la segunda línea del Metro. La verdad es que no tengo información que ofrecerte. Usted sabe que yo hablo sin problemas con la prensa. La persona indicada para hablar de ese tema es el director técnico, el ingeniero Bladimir Reyes”, respondió.

Bladimir Reyes es casi inaccesible. Varios intentos de entrevistarlo terminaron en fracaso.  Dejó un mensaje con su secretaria: “El le dejó dicho que la persona con quien usted tiene que hablar de ese tema es con el ingeniero Leonel Carrasco”.

Otro intento, vía telefónica con Carrasco, resultó igual de  frustratorio que los anteriores: “Ya le dije que la persona que maneja esa parte de la segunda línea del metro es el ingeniero Bladimir Reyes”.

Las claves

1.  Detalles

–  El Metro de Santo Domingo tendrá 6 líneas en total.

–  Las líneas están planificadas a corto (tres años), mediano y largo plazo (20 años).

–  La segunda línea unirá a Los Alcarrizos (autopista Duarte) hasta San Luis (Santo Domingo Este). Tendrá 22.5 kilómetros de longitud.

–  La tercera línea iniciará en el Puerto de Haina y terminará en el Ensanche Isabelita (Santo Domingo Este).

–  La cuarta línea comenzará en la Plaza de la Bandera (Av. Luperón) y terminará en el Kilómetro 9 de la autopista Duarte.

–  La quinta línea conectará el ensanche Isabelita con Megacentro.

–  La sexta línea iniciará en La Normal,  en el Juan Pablo Duarte, y terminará en la Zona Colonial.

Osiris de León

Geólogo

Los estudios.   Advierte  que se usan sondeos mecánicos “rudimentarios y primitivos” para realizar los estudios de suelo de la segunda línea del Metro. Esta etapa de la obra tendría un costo de US$2,250 millones. “Esa metodología provocó que el costo de la primera línea del Metro se disparara en más de mil millones de pesos, además de que representa un grave peligro para los ciudadanos y la duración de la estructura”.

Quique Antún

Presidente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC)

Un hecho “insólito”.  Para  Federico Antún Batlle es insólito que en medio de una crisis económica el gobierno anuncie la construcción de una segunda línea del Metro  que comunique a San Luis con Los Alcarrizos, así como la construcción de un tren “AVE” de Santo Domingo a Santiago, con un empalme de unos 160 kilómetros. “Exigimos al gobierno abocarse a un plan de austeridad que no sólo sea de palabras, encubierto de la hipocresía, sino de acción. Es hora de que este gobierno deje de malgastar el dinero del pueblo en obras no productivas y que invierta más en las áreas prioritarias, como lo es en este momento la producción agropecuaria”.