REPORTAJE
La Sierra  está enferma

<STRONG>REPORTAJE<BR></STRONG>La Sierra  está enferma

Barahona. En época de sequía, en cualquier zona del área protegida de la Sierra de Baoruco, que toca tres provincias del Sur profundo y parte de Haití,  se percibe el olor a humo, característico de árboles quemados. Los desmontes y la secuela que deja el fuego abrasador se pueden observar desde cualquier sendero.

 El contacto directo de esta área protegida con la frontera haitiana es otro capítulo del acuciante problema ambiental que amenaza seriamente la Sierra de Baoruco. Los árboles se extinguen. Las zonas boscosas agonizan. Una vista panorámica aérea da escalofrío. El espectáculo es deprimente.

Esta área protegida espectacular tiene 33 especies vegetales endémicas, de las  61 especies endémicas de La Hispaniola, para un totalizar  94 especies endémicas. Este privilegio de la naturaleza coloca a la Sierra de Baoruco  a la cabeza del resto de los parques nacionales.

Los incendios forestales, la tala de árboles para quemar carbón y el comunismo ponen en riesgo la biodiversidad de esta área protegida y sus ecosistemas. El daño a la naturaleza puede observarse en zonas como Aceitillar, Las Abejas, los Arroyos y Zapoten. Si desaparece la Sierra de Baoruco, se extinguirá la vida de muchas especies de flora y fauna, algunas endémicas, que habitan en esa superficie de 1,126 kilómetros cuadrados. La amenaza es latente para el Solenodonte y la Jutía, dos mamíferos en peligro de extinción.

Otras especies, como Zorzal de Bicknelli, Zorzal de la selle, Cuervo, Chirrí de los Baoruco, Cigüita aliblanca y Canario pico cruzado. Se ha reportado 49 especies de aves encontradas, dos de ellas migratorias y 28 residentes. También está en peligro la existencia de varios ríos que nacen en esa área protegida.

Terribles daños “El daño ocasionado por los incendios en el área protegida de la Sierra de Baoruco es cuantioso, perjudicial. Se puede observar en diferentes áreas del parque, de manera directa y por vía aérea.  El fuego devastador en  muchas áreas que hemos podido observar es palpable en todos los costados de carretera de Aceitillar, Las Abejas, Los Arroyos y Zapoten.

 No hay dudas de que estos incendios son ocasionados por carboneros, viajantes ilegales,  la práctica del comunismo y la agricultura nómada, y en una pequeña escala,  por rayos.

El efecto de los incendios en esta área protegida radica en la pérdida de hábitat vital para la supervivencia de especies como el Solenodonte, Hutía, Zorzal de Bicknelli, Zorzal de la selle, entre otros, aunque estos animales en peligro de extinción pudieran mudarse de lugar, ya que pueden trasladarse a grandes distancia.

El efecto inmediato radica en la pérdida de otros animales que muchas veces son olvidados, como el caso de los anfibios y reptiles, especies que por sus características morfológicas no pueden movilizarse rápidamente, y en esta sierra se encuentra la mayor cantidad de especies únicas de nuestra isla. Otro efecto es el ocasionado a los suelos que tardan muchos años en recuperase.

 El mejor ejemplo demostrado es Haití, nuestro país vecino, donde la erosión es uno de los principales problemas, ya que sin suelo no se puede cultivar y no hay vida. Cuando ocurren  grandes lluvias todos los nutrientes son arrastrados por el agua, afectando no solo a la fauna terrestre,  sino también a la acuática, ya que los corales quedan sepultados por los sedimentos traídos y terminan muriendo lentamente”, dice Jorge Brocca, de la Sociedad Ornitológica de la Hispaniola.

Denuncias. El Foro de Áreas Protegidas denunció la invasión de terrenos vírgenes por parte de haitianos y dominicanos que producen carbón en áreas de la Sierra de Baoruco. La zona está a merced de una exigua vigilancia y la mayoría de las casetas de los guardaparques están deterioradas.

El ciudadano español Darío José Pozo Ruz, presidente del Centro de Estudios Ambientales Dominicanos (CEAD),  definió como preocupantes los incendios  forestales que se producen en la Sierra de Baoruco y el deterioro ambiental en esa área protegida.

El ambientalista Aníbal Cena denunció que unida a la práctica ilegal de quema de  carbón para venderlo en el vecino  Haití, en los montes, lomas y montañas de la Sierra de Baoruco   personas inescrupulosas cortan grandes cantidades de árboles de Guaconejo, que es utilizado como ingrediente para la fabricación de perfumes.

El alcalde de Polo, Barahona, Andrés Ruiz Peña, denunció que frecuentes incendios forestales se producen en esa zona y comunidades del municipio, lo que genera preocupación entre ambientalistas y diversos sectores que se oponen a esa odiosa y dañina práctica.

Área protegida

El Parque Nacional Sierra de Baoruco, creado mediante el decreto número 1351-83, representa una de las zonas geográficas con mayor diversidad de ambientes y gradientes ecológicos del país. Tiene una superficie  aproximada de 1,126 km cuadrados, casi despoblados. Junto a los parques nacionales Lago Enriquillo y Jaragua, forma la zona núcleo de la reserva de biosfera Jaragua-Baoruco-Enriquillo, creada el 6 de noviembre de 2002.

Muchas especies tienen en esta área protegida su hábitat. Se encuentra entre las provincias de Pedernales, Independencia y Barahona y colinda con la República de Haití, lo que lo hace un parque fronterizo. Ocupa una porción apreciable de la Sierra de Baoruco, que al internarse en territorio haitiano toma el nombre de Massif de La Selle. Los límites de este Parque Nacional han sido afectados por los últimos decretos presidenciales que se refieren a las áreas protegidas de la República Dominicana.

Se ha reportado  33 especies vegetales endémicas de este Parque Nacional,  más 61 especies endémicas de La Hispaniola, para un total de 94 especies endémicas, lo que coloca a esta área natural protegida a la cabeza del resto.

En esta área protegida se encuentra más de la mitad de las especies de orquídeas reportadas en el país, 32 de las cuales son exclusivas de esa zona, lo que representa el 10% de todas las especies endémicas de la isla.

La hidrografía del área está compuesta por cursos de agua que bajan por la vertiente sur de los ríos Pedernales, Mulito (afluente del Pedernales) y cañada Robinson. Por el lado norte, los  ríos Las Damas y Arriba, arroyos Colorado, Las Cuevas y cañada El Cañaveral.  Dentro de los límites del parque se encuentra la Laguna Limón.

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