En el Parque Mirador Sur, construido en 1970 en un viejo potrero apoyado sobre el farallón salpicado de cavernas, se puede palpar, sentir, olfatear el descuido. En casi toda la extensa área de casi ocho kilómetros de largo crece la maleza y habitan insectos y alimañas, hay charamicos por todas partes y, lo más grave, no hay seguridad. A cualquier hora lo asaltan a uno.
Parte de las instalaciones infantiles están deterioradas y los espacios para practicar deportes se agotan. En el lado sur, la hierba crece. El gran espacio ecológico ha dejado de ser un lugar seguro, donde las personas van a ejercitarse, a recrearse física y espiritualmente. La delincuencia, una epidemia común que azota a todo el país, no cede. Numerosos casos de asaltos han sido reportados y guardados en los archivos policiales. Otros ni siquiera son reportados.
Este espacio urbano fue el primer gran parque ecológico de la ciudad de Santo Domingo. La obra es de los arquitectos Manuel Valverde Podestá, Eugenio Pérez Montás, Rodolfo Dietch y Christian Martínez.
Durante años fue un área de disfrute colectivo. Pero el Mirador Sur, como otros grandes parques urbanos y áreas verdes, ha sido relegado al descuido por las autoridades.
Paradójicamente, después de que se promovió el desarrollo de la zona urbana más impresionante de toda la geografía capitalina, ocurre que por falta de mantenimiento se produzca una degradación inexcusable de un modelo urbano que caracteriza la capital dominicana.
El Ayuntamiento del Distrito Nacional, bajo la dirección de Esmerito Salcedo Gavilán, es el responsable del mantenimiento.
Hechos de violencia. Abril, 2007. Un grupo de 13 hombres con las caras pintadas, armados de navajas, cuchillos y machetes asaltaron a una familia cuando celebraban el cumpleaños de un niño de 7 años en el Parque Mirador Sur.
La señora Ingrid Zapata narró que 10 mujeres, seis hombres y siete niños que compartían en el cumpleaños de su hijo Gabriel fueron asaltados.
Los delincuentes cargaron con celulares, carteras, relojes, joyas y otras pertenencias, pero también colocaron las armas en el cuello a las mujeres y los niños para que nadie intentara hacer resistencia.
30 de octubre, 2008. Los agentes policiales Genaro Ventura Vinicio y Ricardo Cuevas Aquino asesinan a Bárbaro Monegro, Alfredo Pérez, Carlos Manuel Leyba Hernández, Edanio Paredes y Gaudis Herrera. Las víctimas eran miembros de FENATRANO.
Septiembre, 2009. Encuentran el cadáver de una mujer en el Parque Mirador Sur, atada de pies y manos y con heridas de arma blanca. La víctima fue violada y brutalmente golpeada.
Enero, 2009. Giussepina Muzzio, co-conductora del meridiano To2bien, fue atracada a las 9:30 de la noche en la avenida Anacaona, del Mirador Sur. Los delincuentes portaban armas blancas. Le arrebataron la cartera cuando dejó a unas amigas.
Julio, 2010. Dos haitianos fueron detenidos en el Mirador Sur, luego que intentaron atracar a una joven que se ejercitaba en el lugar. Testigos oculares dijeron que ambos extranjeros le presentaban a las víctimas una dirección en un papel, y al aproximarse le lanzaban al rostro un polvo blanco, supuestamente para hipnotizar a las víctimas.
Vandalismo. Durante mucho tiempo bandas organizadas incursionaron en el Parque Mirador Sur para cometer fechorías. La más famosa fue «Los Caras Pintadas.
A mí me atracaron a las 3:00 de la tarde, mientras disfrutaba la brisita en el Parque Mirador Sur, dijo Lorena Bernádez.
Cuestionan arrendamiento. Uno de los aspectos dudosos de la gestión de Salcedo Gavilán es el alquiler de una porción de terrenos de 2,228 metros a una empresa privada para el establecimiento de un restaurante, por la irrisoria suma de RD$35,000 mensuales. El argumento del alcalde de Santo Domingo es que no es un contrato nuevo, sino la renovación del mismo, que antes pagaba RD$20,000 por mes.
¿Se viola ley Areas Protegidas? El tema está en discusión. Entretanto, algunos regidores electos de partidos oposición preparan una artillería jurídica de grueso calibre para tratar de anular el contrato de arrendamiento.
El Pueblo capitaleño está a la expectativa. Ya bastante tenemos con la basura, los hoyos en el pavimento, las cloacas sin tapas, la oscuridad en las calles, el Mercado Modelo nauseabundo y los cementerios abandonados, para que también se nos quiera quitar nuestro Parque Mirador, comentó Juany Uribe.
Ingrid zapata
Casi me matan
Un joven que interactúa en las redes sociales redactó su testimonio y lo envió a varios amigos.
Casi me matan en el Parque Mirador del Sur. Hay una cancha pública de baloncesto en el Parque Mirador del Sur. Ese lugar se llena de delincuentes, drogadictos y los famosos ‘quitatenis’ del kilómetro 8 1/2 de la avenida independencia. Yo estaba montando bicicleta una tarde de estas que estaba lluviosa y como ustedes saben, cuando llueve casi nadie va al Mirador. Esa tarde había varios delincuentes, tígueres de ganga del kilómetro 8 y yo me detuve para descansar y me senté en uno de esos banquitos de cemento, que están en la acera de la avenida Paseo de los Indios.
Al ratito de estar sentado, con mi radito, mi celular y todo, me cayó un negrito haitiano y me arrancó el celular y un radito walk-man que yo cargaba para oír música y también mi carterita y la llave de mi vehículo; todas esas cosa yo las tenía dentro de una carterita de esas que se usan colgadas en la cintura. Bueno, parece que el negrito haitiano tenía un pase de cocaína, según dijo uno de los ‘tigres’ que estaban allí, y suerte que otro grupo de negritos le cayó atrás al ladrón que me asaltó y le quitaron lo que me había robado y me devolvieron mis pertenencias. Yo soy cristiano. Parece que fue un milagro. El grupo que me defendió me dijo que el negrito que me asaltó estaba armado, o tenía una navaja, o algo así. Mi consejo, queridos amigos, es que es que no vayan a hacer ejercicios al Mirador del Sur.