Reportaje
Mortales plaguicidas en venta libre

<STRONG>Reportaje</STRONG><BR>Mortales plaguicidas en venta libre

Pesticidas que la OMS declaró de alta toxicidad y  uso  restringido son aplicados  sin limitaciones en el país.

La muerte en la comunidad  Amiama Gómez de Azua de tres niños que el pasado mes ingirieron metomil, un plaguicida de uso restringido por su alta toxicidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), vuelve a poner en el tapete  el manejo indebido de los agrotóxicos en algunos cultivos.

Los productos para la exportación son sometidos a un proceso riguroso de vigilancia y supervisión técnica, ya que los países receptores son muy exigentes  con la entrada de productos con residuos de pesticidas.

Sin embargo, los requisitos no son  iguales para los de consumo local.

Han resultado insuficientes las leyes, decretos, resoluciones y la adhesión  a protocolos internacionales que proscriben o restringen el uso de ciertas sustancias por sus daños a la salud humana, animal o vegetal.

En las tiendas agrícolas los productos son vendidos sin restricción alguna a cualquier  persona, por lo que se desconoce cuáles son los criterios de uso de los productos que están restringidos por órdenes administrativas.

Daños a la salud.  El uso del metomil fue restringido en diciembre del 2009, junto al benomil, el clorpirifos, carbofurán, carbendazim, diafentiuron, diazinon, dicofol, dimetoato, endosulfan, fenamidona, imidacloprid, metomil, oxamil, profenofos, propiconazol, tiabendazol y tiacloprid.

La mayoría de esas sustancias, ya prohibidas en otros países,  son potencialmente cancerígenas, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (US-EPA) y la Unión Europea.

También son  sospechosas de alteraciones endocrinas, pues afectan el sistema hormonal y pueden conducir a un aumento de los defectos congénitos, de las anormalidades sexuales y al fracaso reproductivo y también pueden aumentar el riesgos de cáncer en los órganos reproductores.

Estos productos deben ser aplicados solo en algunos cultivos y bajo  supervisión de técnicos de Agricultura, según la resolución 50-2009, mediante la cual  se restringen la venta y uso de 17 agroquímicos y se prohíbe otros 10.

Sin embargo es común ver a los fumigadores o “mochileros” rociar los cultivos sin supervisión y  sin la protección que deben tener, como usar ropa especial, guantes y mascarillas, tal como se advierte en las etiquetas de uso.

En la zona del Bajo Yuna, personas consultadas dicen que son  recurrentes los casos de intoxicación  de los “mochileros”, los que usan bombas a las espaldas.

Registro.  Las autoridades del Ministerio de Agricultura, a través de la Dirección de Sanidad Vegetal, aseguran que se encuentra en proceso de fiscalización y registro de las tiendas expendedoras de agroquímicos.

Agregan que cualquier persona puede adquirir los químicos, siempre y cuando sea mayor de edad y  con el conocimiento de que su uso se agrícola.

Hasta el momento el país cuenta con 1,300 sustancias autorizadas para aplicarse a los cultivos y 1,313 vencidos. Un estudio reciente del proyecto de Diversificación Económica  Rural que patrocina la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) considera que esta lista es muy amplia, por lo que debía ser reducida a 300 o 400 productos.

Con relación a la supervisión que se tiene para que los medianos y pequeños agricultores puedan aplicar Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el uso de los plaguicidas,  Sanidad Vegetal asegura que se aplican las medidas y sanciones previstas en la Ley 311 del 1968 que regula el uso de esas sustancias.

Además, otras normas, como el  reglamento 322 del 1988 y el decreto 52-08 sobre BPA en plaguicidas de manera correcta y segura, y  el  triple lavado, manejo y lavado de envase vacío del Programa de Exportación de Vegetales Orientales y Frutas  (Provofex).

Indicó que en el caso de los productos prohibidos y que hayan sido introducidos al país, si se detecta a algún productor usándolo, se establece  un sistema de rastreo   para determinar su vía de entrada y se sanciona a la empresa importadora.

Explicaron que en el caso de los productos de uso restringido, su aplicación se vigila teniendo en consideración el uso descrito en el panfleto y las instrucciones dadas por los técnicos o  peritos regionales conocidos como “Coteres”, además interviene el PRrovofex  y con la aplicación de la resolución 50-2009 .

Uno de los peligros en el uso de plaguicidas proscritos es su entrada por la frontera con Haití, donde se han reportado algunos casos. Al Respecto, Agricultura asegura que trabaja en el control de los puertos fronterizos de manera permanente para mitigar la entrada de productos ilegales, pues se trata de  una frontera abierta que requiere de Aduanas y el Cuerpo de Seguridad Fronteriza una vigilancia frecuente.

Sin embargo, reconoce que  hay áreas “premiadas”, por lo que la concienciación de los usuarios es lo más indicado para mejorar estas debilidades.

Las intoxicaciones.  Para Benita García, directora ejecutiva  de la Fundación Agricultura y Medio Ambiente (Fama) los mayores problemas de mal uso  por plaguicidas ocurren en las zonas alejadas, donde se producen  intoxicaciones que  no llegan a los hospitales.

Dijo que esas intoxicaciones son muy frecuentes  en comunidades arroceras, debido a  que este es el cultivo de mayor uso de químicos, por la gran cantidad de plagas que lo atacan.

Citó de ejemplo  una pequeña comunidad  rural llamada Juana Rodríguez , ubicada en una de las márgenes más bajas del Yuna, donde  existe una población como de 60 familias, que viven  en condiciones paupérrimas, enclavadas  entre cultivos de arroz y  donde se  fumiga con avionetas sin previo aviso.

Recordó que ese tipo de fumigación tiene riesgos directos de intoxicación  grave,  aguda y crónica, tras considerar que es un abuso lo que se comete en esas pequeñas comunidades. “Imagínate, han salido los profesores y niños corriendo porque ni siquiera les avisan para que salgan antes”,  expresó.

Agregó   que  lo peor es que para fumigar se usa cualquier producto  aún esté prohibido. Citó de ejemplo que en algunos cultivos de arroz aplican metaldehído, que es una sustancia altamente cancerígena y sin embargo se vende usualmente en las tiendas.

“Nosotros estamos suscritos a todos los acuerdos internacionales que han surgido, pero particularmente pienso que no se están cumpliendo… hay muchos productos que entran por  la frontera”,  lamentó.

Al ser cuestionada si existen  productos biológicos alternativos para el arroz, García informó que justamente FAMA está haciendo un registro para controlar los moluscos de manera completamente natural, en base a hierro. Reconoció que en el caso del arroz es difícil convertirlo en un cultivo orgánico, debido a las  características de la siembra,  en terreno inundado.

USAID.   El Proyecto de Diversificación Económica Rural de la USAID se ha dedicado a que los productores a quienes apoyan tengan  los conocimientos necesarios respecto al uso de plaguicidas seguros para lo cual realizaron el estudio  Evaluación de Pesticidas y Plan de Acción de Uso Seguro (PERSUAP, por sus siglas en inglés) como forma de evaluar y definir las recomendaciones estrategias para reducir y mitigar los riesgos de las acciones que realiza en apoyo a los diferentes clústeres y cadenas de valor agrícola.

Decenas de productores se están beneficiando de este programa.

Antecedentes

Inicios

Mayo del 1968

Se promulga la Ley 311 que regular la fabricación, elaboración, envase, almacenamiento, exportación, expendio y comercio en cualquier forma de insecticidas, zoocidas, fitocidas pesticidas, plaguicidas, herbicidas y productos similares.

Prohibición

1991

Mediante decreto 217-91 se prohibe la entrada al país de Clordano, Dieldrín, Endrín, Heptacloro y Hexaclorobenceno.

Estocolmo

Mayo 2001

República Dominicana firma el Protocolo de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes y que prohíbe las referidas sustancias.

La frase

Benita García

Los mayores problemas de contaminación por plaguicidas son  en las zonas olvidadas…. Fama trabaja con pequeños agricultores para hacer una agricultura  más sostenible y concienciarlos”.

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