REPORTAJE
Servicio salud EU falla

<P><STRONG>REPORTAJE</STRONG><BR>Servicio salud EU falla</P>

WASHINGTON  AP.- Cindy Ramer trabaja a tiempo completo cuidando a personas con trastornos mentales, asegurándose de que sus necesidades médicas son satisfechas. Pero la viuda de 58 años no se ha sometido a un chequeo en más de tres años, desde que la residencia de ancianos en la que trabaja decidió que no podía seguir ofreciendo seguro médico a sus empleados.

«No es justo que yo esté cuidando a personas y ayudando con su atención médica y al mismo tiempo no tengo una atención médica adecuada para mí», dijo Ramer, residente en Denver, Iowa.

Los trabajadores estadounidenses –cuyos impuestos costean enormes programas federales de salud– están siendo afectados como ningún otro grupo por las altas primas de los seguros médicos privados, que están subiendo a un paso más veloz que sus salarios. Aunque casi todos los jubilados y casi el 90% de los niños tienen cobertera de seguros de salud, los trabajadores corren ahora más riesgos de no contar con seguros médicos que cuando los legisladores debatieron una reforma radical del sistema de salud en la década de 1990, dice un estudio dado a conocer hoy, martes.

El estudio realizado para la Fundación Robert Wood Johnson encontró que casi uno de cada cinco trabajadores no tiene seguro, un aumento significativo respecto a los 90, cuando la proporción era de uno de cada siete. El problema es el costo.

Las primas totales para los planes empresariales han subido seis a ocho veces más rápidamente que los salarios, dependiendo de si la cobertura es individual o familiar, dice el estudio.

«Lo interesante es cuántos trabajadores están ahora sin seguro», dijo Lynn Blewett, director del centro de acceso a la información de salud pública estatal en la Universidad de Minnesota, que realizó el estudio.

«En los últimos dos años hemos visto un deterioro del sistema de seguros privados de salud».

Unos 20,7 millones de trabajadores estaban sin seguro a mediados de los 90.

Una década más tarde, la cifra era de 26,9 millones, dice el estudio.

En los noventa, había ocho estados con 20% o más de la población en edad laboral sin seguro. Ahora hay 14: Alaska, Arizona, Arkansas, California, Florida, Georgia, Luisiana, Mississippi, Nuevo México, Carolina del Norte, Oklahoma, Oregon, Carolina del Sur y Texas.

Aún así, los trabajadores siguen pagando por el servicio de salud de otros. Sus impuestos pagan por el programa Medicare, que cubre a los ancianos, y por el Medicaid, que da cobertura de salud a los pobres y los hijos de los trabajadores de bajos ingresos. Pero el gobierno provee poca asistencia para ayudar a la cobertura de salud de los trabajadores. «Realmente no existen programas de protección para los adultos», dijo Blewett.

 El estudio se produce en momentos en que el gobierno del presidente Barack Obama trata de mantener el apoyo a una reforma radical del sistema de salud este año, en medio de déficits federales récord.

Un programa como el propuesto por Obama, que ofrecería cobertura de salud a todo el mundo, tiene un costo estimado de 1.5 billones de dólares en 10 años. Pero el sistema de salud de Estados Unidos, que es ya el más costoso del mundo, es considerado también el más ineficiente.

«No pienso que podemos aplazar una reforma más allá de este año», dijo la doctora Risa Lavizzo-Mourey, presidenta de la Fundación Robert Wood Johnson, que provee financiamiento para investigaciones sobre la atención a la salud. «Está claro que estamos en el borde».

Para la familia Ramer, es ya demasiado tarde. El esposo Jim, un camionero para una compañía de construcción de carreteras, murió de un ataque cardiaco en el 2005 a los 59 años. No tenía seguro y lidiaba con diabetes, una enfermedad crónica que requiere medicamentos por prescripción y constantes controles médicos.

 Cindy, su viuda, es una enfermera asistente que perdió su seguro de salud hace tres años.

Ahora, en lugar de exámenes médicos regulares, Cindy Ramer acude a ferias de salud para exámenes como mediciones de la densidad ósea y otros.

«Yo no estoy pidiendo una dádiva. Simplemente pido algo que yo pueda costear, y que no tenga todas esas restricciones sobre lo que va a a cubrir o no». Ramer dice que ella puede pagar entre 100 y 150 dólares al mes.

En todo caso, la situación para los trabajadores parece ser peor que lo reflejado en el estudio, que analiza los datos del censo hasta el 2007. Pero eso fue antes del desplome económico.

La cifra

1.5 billón de dólares.  Un programa como el propuesto por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que ofrecería cobertura de salud a todo el mundo, tiene un costo estimado de 1.5 billones de dólares en 10 años. Pero el sistema de salud de Estados Unidos, que es ya el más costoso del mundo, es considerado también el más ineficiente.

Publicaciones Relacionadas