REPORTAJE
Sobrevivientes  enriquecen 
el  Museo de la Resistencia

<STRONG>REPORTAJE<BR></STRONG>Sobrevivientes  enriquecen  <BR>el  Museo de la Resistencia

Una ancianita señala una de las figuras de la foto en la pared. Su hijo, que le acompaña, no puede creerlo “ese es él, es verdad”, mientras frota en sus manos una vieja fotografía.  De inmediato, comienzan las historias tomadas de los amargos años de la dictadura.

A pesar de que el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana fue inaugurado apenas el pasado domingo,  sus puertas han sido atravesadas por decenas de los hijos, nietos y sobrinos de quienes vivieron la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo, la Guerra de Abril de 1965 y el régimen de los  12 Años de Joaquín Balaguer.

Como afirma su directora, Luisa de Peña, el museo, que se construyó en un periodo de  diez años con materiales donados por distintas fundaciones históricas, es todavía  un proyecto inacabado,  que se crece  con las fotos y documentos que traen los sobrevivientes.

“Más de una vez he visto a los visitantes señalar a sus familiares en las fotos de las paredes y contar varias anécdotas de la historia”, observó uno de los guías, “esta mañana vino un señor con  fotos de  combatientes de la Guerra de Abril que eran tíos de él”, dijo.

La colección del museo tiene más de 168 mil piezas, documentos y fotos, que serán digitalizadas para  un Centro de Documentación. La exhibición es administrada por la Federación de Fundaciones Patrióticas.

Sala por sala.   El museo, ubicado en la calle Arzobispo Nouel 210 de la Ciudad Colonial, se compone de nueve exhibiciones y tiene en el sótano  una réplica de la sala de torturas de “La 40”, que era utilizada para maltratar  a  los opositores al régimen de Trujillo.

La primera se denomina “Los mitos de la Era” y desmonta la imagen que asumió el dictador como “Salvador de la economía”. Ahí se demuestra que la política económica de Trujillo estaba basada en el monopolio de la industria y en la concentración de tierras.

A seguidas, se exponen los acontecimientos que dieron con la primera intervención militar estadounidense de 1916. Después está la muestra “Los patriotas de 1916, ¿gavilleros?”, que destaca a las principales figuras de la rebelión contra las tropas interventoras.

A continuación, se aborda la llegada de Trujillo al poder, los primeros crímenes de la dictadura y el inicio de los focos de resistencia y conspiraciones.

Luego, el sonido de las aves traslada al visitante a las montañas y lo lleva a seguir la historia de los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo. Allí hay una  muestra de las cantimploras usadas por los expedicionarios, las botas que vestían y otros objetos del desembarco.

Sigue un impresionante holograma de las hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, en su casa materna de Ojo de Agua, Salcedo,  que son interpretadas por actrices que leen un mensaje escrito por Minou Tavárez Mirabal.

La siguiente sala recrea la escena del ajusticiamiento del tirano, con los bancos característicos de la avenida 30 de Mayo, algunas vestimentas de los héroes y una pantalla que transmite los  hechos que dieron con la conspiración de 1961.

Quizá la exhibición más impresionante de todo el museo es un robot hecho a la imagen de Manolo Tavárez Justo, líder del  14 de Junio, a quien se puede escuchar pronunciando uno de sus más emblemáticos discursos  desde el podium.

El animatronic, como se conoce al robot, fue elaborado por una empresa extranjera con las medidas del líder  y varias fotos de su rostro, en un proceso que duró cerca de un año.

Al verlo por primera vez, el ingeniero Leandro Guzmán aseguró que el robot se acerca en más de  90% a su   compañero de batalla. Así lo contó la directora  al referirse a la  pieza.

Al cruzar una réplica del puente Duarte y con él la historia de la  Guerra de Abril de 1965, la visita llega hasta el régimen de Balaguer.

Balaguer.  La sala que está dedicada al Gobierno de los Doce Años de Balaguer es la última parada del recorrido. Al igual que las demás, está ambientada con varias pantallas digitales que amplían la exposición con fotos, recortes, videos y sonido.

Sólo en los primeros tres años del régimen de Balaguer se estima que hubo 366 muertos y desaparecidos políticos. La lista, sin embargo, se extendió a unas dos mil personas, cuyos nombres son mostrados, por año, en un emblemático mural de 1966 a 1978.

Para ponerle rostro a los caídos, también hay una pequeña biografía de los principales líderes muertos durante el régimen. En el fondo se escucha un fragmento del discurso de toma de posesión de Balaguer, en agosto de 1966, en el que el fenecido ex presidente afirma que en el país quedan prohibidas las huelgas.

“La 40”.  En el sótano hay una reproducción de una de las salas de tortura de la cárcel de La 40, utilizada en la tiranía para amedrentar a los opositores a Trujillo y para sacarles información.

El lugar, que es el más lúgubre de todo el museo, está ambientado con una silla eléctrica, una bombilla muy intensa y algunas de las armas  que eran empleadas para infringir dolor.

También se observa una base metálica en la que se ataba a los detenidos con cadenas para someterles a potentes descargas.

Zoom

Para visitas

El Museo Memorial de la Resistencia Dominicana está ubicado en la calle Arzobispo Nouel 210 de la Ciudad Colonial y abre de martes a domingo, en horario de 9:30 a.m. a 6:00 p.m. Los precios son como sigue: entrada general, RD$200; niños menores de 12, años  RD$100; mayores de 65 años, RD$100; estudiantes con carné, RD$100;  las visitas guiadas con un mínimo de cinco personas y máximo de 15 personas, se cobra RD$500 por grupo. El último domingo de cada mes la entrada  es gratuita para los dominicanos.

Las claves

La silla eléctrica

Este instrumento de tortura aparece representado en el museo.

 Vestimenta heroica

Se exponen   las vestimentas de los héroes del 30 de mayo.

El Puente Duarte

Un punto sorprendente es la réplica del Puente Duarte, símbolo de la Guerra de Abril de 1965.

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