REPORTAJE
Terminó el tiempo de “Manny siendo Manny”

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A sus 38 años de edad, Manny Ramírez estuvo  anoche en róster con su cuarta organización en las mayores, en un momento donde los achaques físicos parecen caerle encima.

El dominicano Ramírez llegó a los Medias Blancas de Chicago con la misión de darle el último empujón que conduzca a la tropa de Ozzie Guillén hasta la postemporada.

Sin embargo, la actitud inapropiada de Ramírez podría ser la última gota que reboce el vaso en su exitosa carrera.        

Y es que “Manny siendo Manny” ha sostenido  encontronazos  en todos los equipos  que participa, pero en esta oportunidad ya no es el mozalbete que puede disparar más de 40 jonrones y remolcar unas 140 carreras.

Dicen que filo con filo no corta, pero el dirigente Guillén demuestra en cada partido que no tiene diferencias entre novatos y veteranos, razón por la que Ramírez debe entregarse en cuerpo y alma a su nuevo rol de bateador designado.

Un lento corrido de las bases o una simple malcriadeza en el terreno de juego daría a Manny el fin de la temporada, antes de llegar al partido número 162 de la escuadra de White Sox.

El gerente de los Medias Blancas, Ken Williams, sabe que los Dodgers regalaron a Ramírez para conseguir un poco de paz en la cueva, más cuando no tienen aspiraciones de ir a playoffs.

Williams se juega un billete que podría salirle premiado o podrido, resultado que sólo el tiempo aclarará.

Logros de Ramírez.  La combinación de contacto, poder y paciencia en el plato hicieron que Manny fuera considerado el mejor bateador derecho de su generación, por encima de Alex Rodríguez.

Y es que Ramírez hace ajustes en el plato de forma impresionante.

En múltiples ocasiones, abanica un lanzamiento y al próximo envío conecta un pitcheo idéntico  sobre la verja de cuadrangular.

Prueba de su espectacular manejo del bate, son los encabezados en remolcadas, cuadrangulares y bateo que ha obtenido en su carrera de 18 temporadas.

Consiguió el liderato de empujadas en 1999 con los Indios de Cleveland, al remolcar 165 carreras. Luego alcanzó el cetro  de bateo con los Medias Rojas de Boston en 2002,  promediando .349; mientras que en 2004 ganó el premio de mayor jonronero en la Liga Americana, despachando 43 batazos de cuatro esquinas.   

Además, ha sido premiado en 10 ocasiones con el Bate de Plata y dos veces con el galardón Hank Aaron. Ramírez tiene 12 participaciones en Juegos de Estrellas, cantidad que manifiesta su fuerza ofensiva y popularidad entre los fanáticos.

Cuando vestía la franela de Boston, Manny también  logró el premio de Jugador Más Valioso (JMV) de la Serie Mundial de 2004, cuando por fin la organización de Nueva Inglaterra se quitó la Maldición del Bambino. Es obvio que Manny tiene una conducta beligerante, pero su bate habla por él.

La cifra

21

Cuadrangulares con las bases llenas.  Manny Ramírez es el jugador activo con mayor número de jonrones con los sacos llenos. El líder  es Lou Gehrig, quien conectó 23.

147

Ponches.  Ramírez abanicó  147 veces en la campaña de 2001 

Zoom

Gran Fortuna

El jardinero Manny Ramírez ha ganado casi 205 millones de dólares , incluyendo bonos por participación en postemporada, premios en el terreno de juego y Juegos de Estrellas.

El sueldo más alto del dominicano fue 23,854,494 en 2009, con la organización de los Angeles Dodgers.

 Futuro cercano

Es evidente que Manny conseguirá contrato para la próxima campaña. Sin embargo, tendrá que reducir su salario actual, sin importar la actuación que tenga ahora con los Medias Blancas de Chicago. Manny reconoce que debe mantenerse en la Liga Americana, para así aprovechar el turno de bateador designado. Sus tres lesiones en esta temporada que lo han enviado a la lista de incapacitados, son muestra de que tiene que abandonar los jardines y sólo preocuparse por hacerle daño a los lanzadores contrarios.

Nadie se sorprendería

A pesar de su edad y sus molestias físicas, nadie se sorprendería si Manny mete a los Medias Blancas en la postemporada y los pitcher no le pueden lanzar.

 Manny es un hombre de “dinero” en los momentos apremiantes, condición que lo ubica dentro de la élite de los jugadores más productivos en playoffs. Se une en Chicago a los también bateadores derechos de poder  Paul Konerko, Carlos  Quentin, quienes pueden  ser un verdadero dolor de cabeza para cualquier lanzador.

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