REPORTAJE
Una guerra de nervios
sacude  a Las Terrenas

<STRONG>REPORTAJE<BR></STRONG>Una guerra de nervios <BR>sacude  a Las Terrenas

Las Terrenas, Samaná.-El detonante del conflicto no es la progresiva arrabalización ni  el uso desordenado de suelo urbano, o la latente contaminación ambiental o sónica de esta ciudad turística, que tiene 26 kilómetros de espléndidas playas.  La disputa soterrada que libran las autoridades de Turismo y  Medio Ambiente tiene su origen en la paralización de más de 30 proyectos inmobiliarios.

La doctora Elsa de León, viceministra de Turismo, echa chispas: “Medio Ambiente nos tiene con la soga al cuello. Hay que buscar una solución a este problema, y rápido. No podemos continuar con esto.  Jaime David (Fernández  Mirabal, ministro de Turismo y Medio Ambiente)  no puede estar por encima del progreso de Las Terrenas. Un solo hombre no puede tener paralizado el desarrollo de una provincia. Nadie puede parar el desarrollo de un pueblo que ha decido ser el artífice de su propio destino”.

De su lado, Medio Ambiente argumenta que los proyectos fueron paralizados porque los inversionistas de los mismos   pretenden construir en humedales y en zonas de manglares, lo que violentaría la ley 64-00 sobre  Medio Ambiente y Recursos Naturales. De formas, en Las Terrenas esperan al ministro Fernández Mirabal para tratar de solucionar el impase.

Según la funcionaria, nativa de  este municipio de la provincia  Samaná, la paralización arbitraria de los proyectos turísticos ha generado pérdidas millonarias a inversionistas, con la secuela de desempleos y otros problemas sociales que generó la disposición de Medio Ambiente.  La doctora de León define a su comunidad como “el imperio económico de la provincia”.

Las Terrenas, con unos 25,000 habitantes, atrajo a   una gran cantidad de extranjeros,  que se han radicado en lo que hace años fue un auténtico paraíso terrenal.  La creación de proyectos turísticos-inmobiliarios ha permitido atraer en los últimos años  a inversionistas extranjeros y nacionales.

A la discusión se agrega el CODIA, colegio de ingenieros, arquitectos y agrimensores que comparte las  quejas de Turismo contra  la paralización de 33 proyectos turísticos. Su  presidente en Las Terrenas, ingeniero Iván Collado, agrega a la polémica:  Tildó de conflictivo al reelecto síndico peledeísta,  José Alexis Martínez, a quien responsabilizó del caos urbano, de la arrabalización, de la contaminación de la ciudad y de otorgar permisos a negocios  no regulados que operan en las aceras. El Ayuntamiento, según el profesional, cobra los impuestos en dólares.

Otras quejas provienen del sector de la construcción, de los sindicatos de taxistas, de los camioneros y de los guías turísticos. Todos argumentan que la paralización ha generado una crisis sin precedentes.  Moisés  Vanderhorst, sindicalista de taxis turísticos, y Luis Eugenio Penson,  de la Asociación de Guías Turísticos, contaron  las vicisitudes que dicen padecer.

Y la vice ministra de Turismo insiste: “Todo está paralizado en Las Terrenas.  Son 33 proyectos parados que tenemos. Eso no es desarrollo”. No oculta su enfado con su compañero de partido. “Todos le tienen miedo a Jaime David. No sé qué pasa con él, pero lo cierto es que alguien tiene que revisarse, porque todos no podemos estar equivocados. Esta es una provincia turística, y tenemos que desarrollarnos como turismo. No podemos echar para atrás. Debemos seguir con el desarrollo turístico de esta zona”.

De León entiende que si persiste el problema con Medio Ambiente, el presidente Leonel Fernández deberá mediar  para superar  las dificultades. “Este pueblo se está cayendo muerto. La gente depende aquí de las construcciones, y todo está paralizado”.

El ruido,  contaminación que puede matar

En los últimos años, la ciudad turística  Las Terrenas ha crecido de forma y  manera desordenada. La falta de un Plan de Ordenamiento Territorial que  regule las construcciones turísticas y los establecimientos comerciales sigue generando problemas. Cada día se establecen más y variados negocios y las vías  congestionadas. Cada pulgada de tierra cuesta casi un riñón. Mientras más próximo a la costa, más caro es el terreno. Todo es caro y en dólares. La vida se ha tornado cara.

 Las calles son convertidas en escenarios de ruidos ensordecedores, generados por turistas semidesnudos que circulan velozmente en “4 Wheel” o en “todo terreno”.  Las motocicletas se suman al festival cotidiano de la contaminación acústica. En Las Terrenas, las noches también son  ruidosas y excitantes. Sólo hay dos agentes de AMET para controlar el caótico tráfico.

Las cañadas son un foco de contaminación.  Ninguna autoridad parece prestarle atención al problema. El Río Seco es un foco de contaminación. El vertedero municipal, el matadero y los talleres  de mecánica operan en su cabecera, donde, por añadidura, también lavan vehículos.  Las aguas contaminadas van directamente  al mar. Las cañadas se suman a esta  problemática y sirven de ducto natural para trasladar los plásticos y desechos al océano, en las épocas de lluvias.

Aportes a solución

“Estamos dispuestos a realizar una cruzada para defender a las autoridades de Medio Ambiente, y reunirnos con ellos y los inversionistas para buscar una solución al problema de paralización de proyectos de Las Terrenas.

Lo que necesitamos es que el ministro de Medio Ambiente agilice los procesos de aprobación de proyectos, porque no es posible que un proyecto dure dos o tres años para salir de ese Ministerio. Eso no es posible en un país ávido de inversión.

¿Qué inversionista, en  sano juicio, va a venir al país a invertir su dinero, si sabe que dura dos o tres años para que Medio Ambiente lo apruebe? Nadie. Por eso ocurre la restricción del mercado inmobiliario. Aquí se están cayendo los negocios. Nadie viene a comprar. ¿De qué va a vivir Las Terrenas?  No podemos seguir  quemando carbón, tumbando cocos o pescando, que era lo que se hacía antes. Queremos desarrollar este pueblo, respetando las leyes de Turismo y Medio Ambiente, pero también exigimos respeto para nosotros. “En cuanto a quién es el responsable de la arrabalización de Las Terrenas, yo personalmente acuso  al Ayuntamiento local, que permite que se construya  en la orilla del río y encima de las aceras. Aquí hay un descontrol total del uso de suelo municipal. El síndico de aquí es muy conflictivo.

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