Reportaje
Vacas emiten metano, un gas más dañino que el dióxido de carbono

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MONTEVIDEO. AFP. «La vaca nos da la leche», así comienzan miles de redacciones escolares en América Latina, pero las vacas también emiten metano, un gas de efecto invernadero más dañino que el dióxido de carbono, aunque el tema aún no es prioritario en los grandes países ganaderos de la región.

Brasil, Argentina y Uruguay cuentan en total con 265 millones de cabezas de ganado vacuno, que pueden llegar a emitir, según un estudio del Instituto de Investigación en Agricultura británico, hasta 400 litros de metano (CH4) diarios por cabeza.

De acuerdo a numerosos análisis internacionales el metano sería, en una perspectiva de 100 años, 21 veces más dañino para la atmósfera que el más conocido dióxido de carbono (CO2).

Pero ¿cómo se convierte una benigna vaca, proveedora de leche, carne y diversos artículos de cuero en una peligrosa usina de gases contaminantes?

Los bovinos emiten la mayor parte del metano a través de sus eructos, contrariamente a la creencia popular que responsabiliza al extremo trasero del animal.

Las vacas y otros rumiantes ingieren hierbas que fermentan y producen gases al llegar al primero de sus estómagos, el rumen. Lo que no es digerido regresa a la boca para ser masticado nuevamente y al mismo tiempo suben los gases, explicó a la AFP Alejandro Britos, de la cátedra de Nutrición en la facultad de Veterinaria de Uruguay.

Brasil, con 200 millones de cabezas de ganado vacuno es el segundo a nivel mundial detrás de los 500 millones de India y la discusión sobre el metano ha cobrado cuerpo en los últimos años.

Pero la ganadería, que genera 19% del total de emisiones, según datos oficiales, también provoca el 80% de la deforestación amazónica, actividad que a su vez es responsable del 61% del total de emsiones de gases de efecto invernadero de Brasil, indican cifras a 2005 del ministerio de Medio Ambiente.

En un país en crecimiento, con el esperado aumento de «las emisiones industriales y de la agropecuaria, donde será más fácil cortar es en la pecuaria», dijo a la AFP el director del gubernamental Instituto de Investigaciones Espaciales, Gilberto Camara.

En Argentina los 50 millones de cabezas son responsables del 30% de las emisiones totales de metano, de acuerdo a datos del año 2000 de las Comunicaciones Nacionales de Gases de Efecto Invernadero.

La cifra se ha mantenido en rangos similares hasta la actualidad, por efecto de la sequía y la disminución de la ganadería por el avance de las plantaciones de soja en el país, explicó a la AFP Guillermo Berra, investigador del Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias y Agronómicas.

Al igual que en Brasil, los datos de Argentina han quedado circunspectos a ministerios o centros de estudio, sin que hayan generado hasta el momento políticas de Estado efectivas.

En Uruguay, las 11 millones de cabezas de ganado vacuno (datos a 2009 de la Dirección Contralor de Semovientes, Dicose, oficial) tienen una incidencia mucho más elevada en las emisiones, si se tiene en cuenta que su población humana es de sólo 3,4 millones.

De acuerdo a la Dirección Nacional de Medio Ambiente, el país genera cerca del 90% de su metano gracias los rumiantes, lo que lo ubica en los primeros puestos a nivel mundial.

Pero el viceministro de Medio Ambiente, Jorge Patrone, explicó a la AFP que dadas las bajas emisiones uruguayas en general y de metano en particular, «eso es un 90% de la nada».

Patrone, que asistió a la primera semana de la cumbre sobre medioambiente de Cancún, dijo que de todas maneras Uruguay «considera el tema y ha comenzado estudios junto a países con inquietudes similares».

Pero en opinión de Gustavo Diverso de la consultora ambiental uruguaya GEA, los países de la región no deberían tener una agenda nacional sobre un asunto como el del metano: «se terminó el festín en el norte y ahora están repartiendo la cuenta», afirmó.

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