NUEVA YORK. AP. El refuerzo de seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México no ha evitado que más drogas sean traficadas a través de los límites ni que haya más inmigrantes expuestos a la violencia de los carteles mexicanos, aseguró un reporte difundido el jueves.  

El Colegio de la Frontera del Norte (COLEF), en Tijuana, y la Washington Office on Latin América, dos dependencias no gubernamentales, emitieron un informe conjunto que evidencia como los narcotraficantes de drogas se involucraron en el tráfico de personas porque representa un negocio lucrativo.  

“Se ha visto una participación más estrecha entre las organizaciones de tráfico de drogas y los traficantes de personas que pone a los inmigrantes en más riesgo”, dijo Maureen Meyer, quien trabaja para WOLA como experta en México y es una de las autoras del reporte.  

“Como es más complicado cruzar la frontera y como están cruzando migrantes en zonas más aisladas, se requiere una mayor estructura criminal para llevarlos hasta su punto de destino en Estados Unidos. Eso también ha facilitado que los traficantes de droga entren en el negocio del tráfico de personas”, dijer Meyer durante una entrevista con The Associated Press.  

Meyer sugirió que el aumento de recursos con que Estados Unidos reforzó la frontera podría haber desembocado en esta situación, pero aún así, esa conclusión merece mayor estudio, señaló.  

A pesar de que cada vez menos inmigrantes cruzan la frontera, las cantidades de drogas interceptadas han aumentado, asegura el informe.  

Entre el 2005 y el 2010 la incautación de marihuana aumentó un 49%, la de metanfetamina un 54%, la de heroína un 297% y la de éxtasis un 839%. Según el estudio, la mayoría de las drogas llegan a Estados Unidos a través de los 45 puestos fronterizos terrestres de entrada.  

Los inmigrantes que intentan llegar a Estados Unidos de forma ilegal enfrentan abusos, extorsiones y amenazas a un nivel sin precedentes, dice el informe, titulado “Más allá del reforzamiento de la frontera: seguridad y migrantes a lo largo de los límites de Estados Unidos y México”.  

Aproximadamente 20 mil inmigrantes, en su mayoría centroamericanos, son secuestrados cada año en su recorrido por México con la intención de cruzar la frontera norte. En el lado estadounidense, el reporte asegura que las autoridades a menudo someten a maltrato y abuso a los que son detenidos y deportados después a ciudades que se encuentran a cientos de kilómetros de distancia de donde fueron detenidos.  

Al comentar el estudio, el Departamento de Seguridad Interior justificó el envío hasta “niveles históricos” de personal, tecnología e infraestructura a la frontera para reducir el tráfico de drogas, armas y dinero y facilitar el comercio y el tránsito de personas.  

“Las patrullas fronterizas están mejor equipadas que nunca en su 87 años de historia y la incautación de productos ilícitos ha aumentado en todos los frentes”, señaló la portavoz Joanne Ferreira en un mensaje de correo electrónico enviado a The Associated Press.  

La vocera agregó que las comunidades fronterizas estadounidenses son ahora de las más seguras en el país y que se seguirá trabajando con las autoridades mexicanas para mantenerlas así. También se destacó que las patrullas fronterizas cuentan con más de 4.150 rescatistas, 730 empleados de emergencia médica y 70 paramédicos para atender a agentes e inmigrantes que necesitan ayuda si se encuentran en problemas.  

El reporte precisamente asegura que aumentar cinco veces el número de agentes de las patrullas fronterizas en la última década, enviar soldados a la zona y colocar más vallas y muros representa un derroche porque los niveles de criminalidad en el lado estadounidense de la frontera son muy bajos.  

En mayo del 2010 el presidente Barack Obama pidió al Congreso 500 millones de dólares en fondos adicionales para reforzar la seguridad en la frontera, incluyendo el envío de más agentes de la Guardia Nacional. El presupuesto anual de las patrullas fronterizas ha aumentado significativamente hasta 3.500 millones de dólares, señala el reporte. Mientras que en 1993 había 3.444 agentes de patrullas fronterizas en la frontera, la cifra llegó a 18.506 en 2011.  

A pesar de esto, el número de arrestos de inmigrantes que cruzan ilegalmente se desplomó un 61% desde el 2005, asegura el informe.  

El lado estadounidense de la frontera registra niveles de violencia menores que la media estadounidense, aseguraron los expertos. Mientras que la media de homicidios por cada 100 mil habitantes en 2010 fue de 96 en las ciudades fronterizas mexicanas, la cifra fue de 3,6 en las localidades fronterizas estadounidenses.  

El estudio recomienda al gobierno que, entre otras cosas, gaste sus recursos ayudando a los funcionarios en puestos fronterizos, ya que no son suficientes, y a una mayor coordinación entre agencias de seguridad.  

El COLEF es un centro de investigación cuya misión es generar conocimiento científico sobre los fenómenos regionales de la frontera entre México y Estados Unidos. WOLA es una organización que promueve valores como derechos humanos o democracia a través del trabajo con otras instituciones en Latinoamérica y el Caribe para influenciar así políticas desde Estados Unidos.